Por Karla Bayly
Son malos, muy malos y es evidente el mal que le hacen a la sociedad. Sin embargo las mejores prácticas (best practices) para nuestras finanzas son algo que podemos aprender también de los mafiosos. He aquí seis lecciones que podemos aplicar:
- Los imperios no se heredan, se ganan a sangre y fuego. ¿Sabes de alguien que haya tomado posesión de su cartel/territorio después de la lectura de testamento ante un notario? La respuesta es no. Cada uno de nosotros es responsable de construir su propia riqueza. Los ascensos en el trabajo y/o éxitos empresariales que perduran se ganan en base a capacidades y perseverancia.
- Hasta para ser malo, es necesario tener un plan de carrera. Cualquiera que se integra a la organización comienza desde abajo, aprende el movimiento y va ascendiendo escalones solamente si hace bien su trabajo y demuestra ambición y lealtad. Saber a dónde vamos, en qué lugar estamos y lo que necesitamos hacer para lograrlo nos acercará, sin duda alguna, a nuestra meta financiera.
- No progresa aquel que no hace equipo. Tú me apoyas y yo te apoyo. De lo contrario desataremos una guerra sin cuartel que consumirá no solo nuestros recursos sino la posibilidad de crecer el negocio. Las finanzas sanas requieren hacer equipo con la familia y círculo cercano. De nada sirve un ahorrador con una familia que gasta todo lo que aquel ahorra.
- Quien se vuelve confiado y descuidado es atrapado. No es la maravillosa inteligencia policial, sino los excesos y descuidos los que llevan a estos personajes tras las rejas. No se puede confiar en exceso en la permanencia en un trabajo o la llegada de los clientes. Tampoco se puede descuidar el control de las finanzas una vez que se ha llegado a la meta.
- Hay que rodearse de los mejores. Su vida depende de quienes los rodean, así que los grandes capos no se rodean de personas por debajo del promedio. Construyen su círculo de confianza a partir de los mejores de su equipo y se hacen rodear de especialistas en tareas delicadas como lavado de dinero, distribución, etc. No podemos ser expertos en todos los aspectos de nuestras finanzas pero, si vamos a delegar, es necesario hacerlo en personas preparadas para ello.
- Nunca está de más diversificar las fuentes de negocio. No se conforman con un solo ramo sino que, a través de aprendizaje e inversiones, son capaces de desarrollar nuevos y rentables negocios. El ahorro no es el único pilar del éxito financiero, las inversiones y la educación aceleran el proceso para alcanzar la salud financiera que deseamos.
¿Conoces otras lecciones que podamos aplicar para nuestras finanzas personales?
Karla Bayly
Fuente: Karla Bayly – Finanzas Personales. Post original aquí.