2 – Planeamiento – Clase Cambio, Ciclo de vida y Crisis

«Lo único que es permanente es el cambio». Con esta frase del filósofo griego Heráclito presentamos una de las grandes paradojas de nuestra vida, en dónde muchas veces no somos conscientes de este proceso irreversible pero no incontrolable, que muchas veces no puede anticiparse, pero que si puede administrarse. O si no, resignarse a la definición de Murphy «Sonríe, mañana será peor». (O pretender que el cambio no nos pasa a nosotros sino a los otros, o peor pensar que es culpa de los otros, y ante eso nosotros no podemos hacer nada).

Pero además del cambio en sí mismo debemos analizar su evolución, y el mapa para hacerlo es el llamado Ciclo de Vida. ¿En que punto del mapa estamos posicionados y hacia dónde vamos?

Por último, y hablando de otro de nuestros prejuicios, hablemos de las Crisis, («no, no quiero» o «si, es inevitable…») pero entendiéndolas como un quiebre de lo conocido, que nos permite una nueva experiencia, y por lo tanto, una oportunidad de crecimiento. («Transformar una amenaza en una oportunidad…» ¿será posible?)

Utilizaremos el modelo de la Pirámide Orientación – Gestión – Operación para describir las responsabilidades básicas operacionales que desarrollan en cualquier empresa los integrantes de la misma en general y el grupo directivo o gerencial en particular, independientemente de su tamaño o grado de desarrollo.

Esta no es una visión de la empresa meramente funcional, que describe las funciones, tareas o áreas de actividad que en ella se desarrollan, sino que hace a la comprensión de las responsabilidades básicas de la administración para que ésta funcione apropiadamente.

La pirámide que proponemos proporciona una visión sistémica del entorno organizacional, dado que a partir de la misma se analiza la problemática de la conducción de la empresa en su totalidad, globalmente y tratando de favorecer distintas perspectivas.

Comenzamos por la Operación. Todos los integrantes de la organización operan (“hacen cosas”) en sus funciones específicas en todos los niveles de la empresa.

Seguimos con la Gestión, que es, básicamente, la actividad dirigida a obtener y asignar los recursos para el cumplimiento de los objetivos de la organización. Esto implica reflexionar o recapacitar sobre los logros alcanzados en la consecución y aplicación de esos recursos. La Gestión está vinculada primordialmente con la Administración, de donde se nutre con la información necesaria para arribar a sus conclusiones.

Finalmente la Orientación, cuya función corresponde a la Planificación.

Los tres elementos que estudiamos en la clase de hoy representan el medio en el que se desarrolla el planeamiento. El Cambio de las condiciones en las que se insertan las actividades, que significa una ruptura con lo conocido (que representa “una zona de confort”) y que solamente algunas veces está provocado por las personas que planifican. Hablar de cambio es hablar de una fuerza que puede o no ser aceptada, que puede ser o no favorable a nuestros deseos u objetivos, pero que a la que solamente puede responderse con adaptación (que no significa rendición si no espera y/o creación de condiciones favorables). Merece destacarse cómo problema la Resistencia al Cambio.

El Ciclo de Vida (de un producto, de una empresa, de la gerencia y también el nuestro como individuos), nos enseña que no existe una única solución a nuestros problemas o a los de las empresas, sino que estas dependen del momento del ciclo en que se encuentren. El Ciclo de Vida representado normalmente con una Curva de Gauss, nos muestra que siempre existen distintas etapas en el mismo, podemos hablar de:

  1. Un momento o etapa de Nacimiento / Lanzamiento. La figura que lo representa es el Emprendedor (Entrepreneur). Es mas importante la prueba que el error. El riesgo asociado es comprometerse sólo con la aventura y no con el aprendizaje.
  2. Una siguiente de Crecimiento / Expansión. Se aprende de la experiencia, se capitalizan los errores. Personaje: el Empresario. Riesgo asociado: “Cómo tuve éxito, las cosas sólo se hacen de esta forma”, delegación inexistente, conducción autocrática.
  3. Una etapa de Madurez / Consolidación. Se delega. Se terceriza. Aparece una conducción profesional. Se ha reemplazado al emprendedor por el Gerente Profesional (que suma a los objetivos empresariales sus propios objetivos personales, ver Sallenave, recordar Barret)
  4. Etapa de Decadencia / Muerte o eventualmente Reinvención. Alejamiento de la realidad. “Afuera todo debe seguir igual”, la salida es la reinvención (o la venta del negocio).

La finalización de cada una de las etapas del Ciclo de Vida está asociada a una Crisis. La crisis es un evento que pone a prueba el desarrollo o la fortaleza de cada cual (empresa o persona). Si la Crisis se resuelve se pasa a un nivel de desarrollo mas elevado (que en su momento generará una nueva crisis), en caso contrario, sobreviene la Decadencia / Muerte /Desaparición.

En los gráficos pueden observarse algunas crisis: a) Lanzamiento b) Liquidez c) Financiamiento d) Delegación e) Prosperidad f) Liderazgo g) Continuidad. En condiciones normales lo grave es cuando una de ellas aparece por primera vez y pone en juego la capacidad de enfrentarla. En la vida de una empresa puede volver a aparecer un problema (liquidez, financiamiento, etc) pero la primera vale como crisis y amenaza la supervivencia.

Cada una de las técnicas o herramientas  para enfrentar y resolver los problemas dependen del momento del Ciclo de Vida en que se encuentre cada cual (empresa o persona).

Los tres pasos en el desarrollo de una Visión Estratégica son:

  1. Mirar hacia adentro (actitud de reflexión, “Conócete a ti mismo”, Fortalezas y Debilidades, todo depende del autoconocimiento y no de terceros).
  2. Mirar hacia afuera (lo que no depende del observador, condiciones dadas por el contexto y sobre las que normalmente no ejercemos Control, Oportunidades y Amenazas que nos corresponden directamente).
  3. Mirar desde afuera (integrar los dos pasos anteriores ajustando nuestras propias capacidades a las condiciones provistas por el contexto particular en que se desarrollan, esencia del Pensamiento Estratégico, Mirada Panorámica, Visión de conjunto).

Se incluye en este post el siguiente material:

  1. Clase Cambio, ciclo de vida y crisis, con el material a desarrollar en clase.

Clase Cambio, Ciclo de Vida y Crisis

  • Síntesis del capítulo «Teoría de los Sistemas Generales – El esqueleto de las ciencias» -(Kenneth Boulding «Beyond Economics»)

Síntesis del capítulo «Teoría de los Sistemas Generales – El esqueleto de las ciencias» -(Boulding «Beyond Economics»)

  • El artículo «La estrategia y el elefante», de Henry Mintzberg, Joseph Lampel y Bruce Ahlstrand (Revista Gestión, Julio-Agosto 1998). Para el que le interese el tema y quiera ampliarlo nunca va a estar de mas en su biblioteca el excelente libro «Safari a la estrategia« de los mismos autores (Ediciones Granica, 1999).

La estrategia y el elefante – Mintzberg, Lampel y Ahlstrand (Revista Gestión)

  • El artículo «Cómo ganar en tiempos difíciles», cuyo encabezamiento dice:«¿Cuál es el momento ideal para realizar avances estratégicos? Una crisis, por supuesto.» (Revista Gestión, 2003).

Cómo ganar en tiempos difíciles – Barton, Newell y Wilson (Revista Gestión)

Se recuerda la bibliografía para esta clase:

Sallenave, Jean Paul. Gerencia y planeación estratégica, Ed. Norma. Caps. 4 a 9.

Ramos Mejía, M. La pirámide Orientación – Gestión – Operación y el Ciclo de Vida de la Empresa.

Ramos Mejía, M. El proceso empresarial y la pirámide Orientación – Gestión – Operación.

Ramos Mejía, M. El Cambio.

Liderando el cambio, por Esteban Oknaian

Como material adicional se sugieren los siguientes trabajos

Las 3 habilidades de pensamiento necesarias para mejorar, por Pablo Staffolani.

Lo único que no cambia es el permanente cambio, por Fernando Álvarez.

Cómo superar las 4 etapas de resistencia al cambio (Pensamiento Imaginactivo)

¿Porqué las organizaciones se resisten tan activamente al cambio?, por Juan Carrión.

5 Palancas de cambio en tu empresa, por Francisco Páez.

El líder del cambio, según Drucker, por Alexis Codina

10 Estrategias para liderar el Cambio, por Isabel Carrasco González

Los 10 Problemas en la Gestión del Cambio y cómo solucionarlos, por Ricard Lloria Llauradó

Los 8 pasos para el Cambio, por Isabel Carrasco González

Gestión del cambio: 10 principios a desaprender. por Virginio Gallardo

El cisne negro de Nassim Nicholas Taleb

Cuídate de los cisnes negros: la propuesta de Nassim Taleb para la Nueva Era

¿Cómo podemos prepararnos para afrontar los Cisnes Negros?

Los Cisnes Negros no existen. El Sesgo cognitivo

Modelo de Kotter de gestión del cambio en 8 pasos

Los 8 Pasos de Kotter – Gestión del Cambio

John Kotter: “Los líderes establecen la visión para el futuro y causan el cambio”

Se han consignado los vínculos a toda la información disponible en la web (artículos o libros). En el caso de libros se consigna el vínculo con Google Books (en caso de estar disponible) recordando que pueden encontrarse en esta modalidad hojas ocultas por Google por cuestiones de derechos de autor.

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Diez aspectos clave para un buen planeamiento estratégico

Por Joaquín Barsanti

aspectosclaveMe preguntaban en clase un día: ¿Si resulta imposible saber cuánto será la inflación el año próximo, cuál es el sentido de planificar a cinco, diez o quince años?

En un contexto de cambio permanente no resulta sencillo sobrevivir, y mucho menos crecer y desarrollarse. Justamente, por eso el planeamiento. Porque no se puede esperar a que la realidad permanezca quieta para entonces asumir riesgos, ni se pueden asumir riesgos inadecuados. ¡Lo que se necesita es un plan!

Los siguientes son mis diez aspectos clave a tener en cuenta para un proceso de planeamiento estratégico exitoso. Los desarrollo a nivel personal, para que el lector asuma estos puntos y los piense para su vida. Sólo así podrán aplicarse luego a una realidad más compleja, que nos abarca y nos contiene, y con la que interactuamos.

  1. El contexto es siempre cambiante, pero desde hace algunas décadas hasta nuestros días el ritmo del cambio se ha acelerado. Esto simplemente confirma que siempre estará vigente aquella célebre frase: “lo único permanente es el cambio”. Y habrá que sumar a ese cambio del entorno, también el nuestro propio, que permanentemente somos y no somos los mismos.
  2. Nuestro cambio debe ser equivalente al desarrollo personal. No cualquier cambio, jamás la simple adaptación al entorno, que nos forjaría a su antojo, como una hoja en una noche de tormenta, yendo de acá para allá, sino más bien un cambio pensado, consciente de que soy perfectible, y de la dirección en la que voy caminando.
  3. Es claro que todos somos perfectibles, pero es común ver cómo el cambio, que opera de seguro en nuestro entorno y en nosotros, se transforma tantas veces en involución personal. La involución de una persona tiene que ver con la incapacidad de conocerse a sí mismo y de la falta de voluntad. Por el contrario, dedicar tiempo al autoconocimiento permitirá varias cosas simultáneas:
    1. aceptación de uno mismo,
    2. identificar las áreas de mejora y trabajar en ellas,
    3. ser consciente de las propias fortalezas, y
    4. descubrir los deseos más profundas que surgen la una psiquis sana.
  4. Pensar la brecha existente entre el futuro al cual me dirijo si yo no realizara hoy ningún cambio, versus aquel futuro que deseo tanto, y que me haría tan feliz. Salvo que a raíz de pensar en esta brecha tome decisiones para modificar el propio día a día, esta brecha de planeamiento se agrandará con el tiempo, indefectiblemente, porque de persistir en el error, paso a paso, día a día, la distancia entre el futuro al cual me dirijo, y el futuro deseado, se ensanchará. Esto quiere decir que se debe ser muy consciente de que pequeños cambios hoy, generarán grandes resultados mañana. La brecha entre escenarios futuros no surge de la nada, sino de un constante caminar equivocado, dormido, inconsciente de la importancia de estar hoy presente en el presente.
  5. La única realidad es el presente. Repensar el futuro (en base al autoconocimiento) es la inspiración del cambio, pero cuidado, el único cambio posible es hoy.
  6. El contexto me influye, nunca me determina. Se corre el riesgo de ser pensado por el contexto. Nuestro modelo mental está plagado de limitaciones autoimpuestas. Hay que liberarlas.
  7. Cuanto más abierto el modelo mental, menos me influye el contexto en el sentido alocado del cambio, pero mucho más consciente seré de mi relación con el entorno, me vuelvo más flexible, y estoy abierto al aprendizaje.
  8. Pensar compleja y sistémicamente. En lo que respecta al desarrollo, la causa y el efecto difícilmente estén cercanos en tiempo y espacio. Pequeños cambios hoy, con constancia, provocarán grandes resultados mañana.
  9. Visión de largo plazo. Implica no pretender resultados inmediatos, sino hacer lo correcto hoy para que el resultado esperado, o uno mejor, sea una consecuencia lógica de un cambio de actitud o de comportamiento que se sostiene naturalmente en el tiempo, sin forzar ni culpar a nadie.
  10. Inspirarse e inspirar a otros. La mejor forma de saber si uno está en el camino que lo lleva al desarrollo, es descubrirse inspirando a otras personas cercanas. La congruencia entre lo que se dice y se hace, y lo que se hace y el futuro deseado, es consecuencia de una profundidad interior que uno no muestra a los cuatro vientos con el aire de superioridad tan desagradable del ególatra, sino que el entorno descubre en uno aquellas virtudes que sólo brillan cuando se viven, y sólo aprecian quienes están despiertos.

Del mismo autor en este blog:

Estilo de liderazgo. Cinco pautas para relacionarte con el otro.

Herramientas para operativizar la estrategia en estructuras organizadas en unidades de negocio, en colaboración con Milagros Montell

Implementación de un Tablero de Comando y Balanced Scorecard en empresas tamberas en Argentina, en colaboración con Milagros Montell

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Modelo de Kotter de gestión del cambio en 8 pasos

Por Estr@tegia Magazine

Tanto si está considerando un pequeño cambio en uno o dos procesos o si desea realizar un gran cambio en todo el sistema organizativo, es usual sentirse incómodos e intimidados por la magnitud del reto.

Sabe que el cambio es necesario pero no sabe realmente cómo hacer que suceda. ¿Por dónde empezar? ¿A quién involucrar?

Hay muchas teorías acerca de cómo “hacer” el cambio. Muchas de ellas provienen de John Kotter, un profesor en la Escuela de Negocios de Harvard y un muy renombrado experto en cambios.

Kotter presenta su proceso de 8 pasos hacia al cambio en su libro “Liderando el cambio” (“Leading Change”), publicado en 1995.

Los 8 pasos son:

kotter

Paso 1: Cree sentido de urgencia

Para que ocurra el cambio, es ayuda que toda la empresa realmente lo desee. Desarrolle un sentido de urgencia alrededor de la necesidad de cambio. Esto puede ayudarlo a despertar la motivación inicial para lograr un movimiento.
Esto no es simplemente mostrar una estadística de ventas de personas pobres o hablar de la creciente competencia. Abra un diálogo honesto y convincente acerca de lo que está pasando en el mercado y con su competencia. Si mucha gente empieza a hablar acerca del cambio que propone, la urgencia puede construirse y alimentarse a sí misma.

Qué hacer:

  • Identificar potenciales amenazas y desarrollar escenarios que muestren lo que podría suceder en el futuro.
  • Examinar oportunidades que deben ser o podrían ser explotadas.
  • Iniciar debates honestos y dar razones convincentes para hacer a la gente pensar y hablar.
  • Solicitar el apoyo de clientes para reforzar sus argumentos.

Kotter sugiere que, para que el cambio ocurra con éxito, el 75% de los directos y gerentes de la compañía deben “comprar” el cambio. En otras palabras, debe trabajar duro en este primer paso e invertir mucho tiempo y energía en la construcción de una urgencia., antes de pasar al siguiente paso. Que no haya pánico y no haga un gran salto por no correr el riesgo de nuevas pérdidas a corto plazo.

Paso 2: Forme una poderosa coalición

Convenza a la gente de que el cambio es necesario. Esto a menudo implica un fuerte liderazgo y soporte visible por parte de gente clave dentro de la organización. Gestionar el cambio no es suficiente. También tiene que liderarlo.
Puede encontrar líderes del cambio dentro de la empresa. Para liderar el cambio, debe reunir una coalición o equipo de personas influyentes cuyo poder proviene de una variedad de fuentes, incluyendo los puestos que ocupan, status, experiencia e importancia política.
Una vez formada, su “coalición” necesita trabajar como equipo, en la continua construcción de la urgencia y del impulso en torno a la necesidad del cambio.

Qué hacer:

  • Identificar los verdaderos líderes de su organización
  • Pídales un compromiso emocional
  • Trabaje en equipo en la construcción del cambio
  • Identifique áreas débiles dentro del equipo y asegúrese de que tiene una buena mezcla de personas de diferentes departamentos y diferentes niveles de la empresa

Paso 3: Crear una visión para el cambio

Al empezar a pensar en un cambio, probablemente habrá muchas grandes ideas y soluciones dando vueltas. Vincule esos conceptos con a una visión general que la gente pueda entender y recordar fácilmente.
Una visión clara puede hacer entender a todos el por qué está usted pidiéndoles que hagan algo. Cuando las personas ven por sí mismas lo que están tratando de lograr, las directivas que les son dadas cobran más sentido.

Qué hacer:

  • Determine los valores que son fundamentales para el cambio
  • Elabore un breve resumen que capture “lo que ve” como futuro de la organización
  • Cree una estrategia para ejecutar esa visión
  • Asegúrese de que su coalición pueda describir la visión en 5 o menos minutos
  • Practique su “declaración de la visión“ a menudo.

Para más información acerca de la creación de la visión, lea “La visión que guía nuestros pasos” – Estr@tegia Magazine.

Paso 4: Comunique la visión

Lo que haga con la visión después de crearla determinará su éxito. Su mensaje posiblemente encuentre fuertes competencias en las comunicaciones diarias dentro de la empresa, por lo que debe comunicarla frecuentemente y con fuerza, e incluirla dentro de todo lo que haga.
No se limite a llamar a reuniones extraordinarias para comunicar su visión. Hable de la visión cada vez que pueda. Use diariamente la visión para tomar decisiones y resolver problemas. Cuando se la mantenga fresca en la mente de todos, ellos recordarán la visión y actuarán en respuesta a ella.
También es importante “caminar la charla”. Lo que usted hace es mucho más importante – y creíble – que lo que usted dice. Demuestre el tipo de comportamiento que usted espera de los demás.

Qué hacer:

  • Hable a menudo de su visión de cambio
  • Responda abierta y honestamente a las preocupaciones y ansiedades de la gente
  • Aplique su visión en todos los aspectos operativos, desde el entrenamiento hasta la evaluación de la performance. Ate todo a la visión
  • Predique con el ejemplo

Paso 5: Elimine los obstáculos

Si sigue estos pasos y llega a este punto en el proceso de cambio, es porque ha hablado de la visión y ha construido la suscripción a ella desde todos los niveles de la organización. Con suerte, su gente querrá ocuparse del cambio y conseguir los beneficios que ha estado promoviendo.
Pero, ¿hay alguien que se resista al cambio? ¿Existen procesos o estructuras que están en el camino?

Ponga en marcha la estructura para el cambio y compruebe constantemente las barreras que existan. La eliminación de los obstáculos puede potenciar a las personas que usted necesita paraejecutar su visión and puede ayudar a avanzar en el cambio.

Qué hacer:

  • Identifique o tome personas nuevas que sean líderes del cambio y cuyas funciones principales sean hacer el cambio.
  • Mire la estructura orgánica, puestos, y sistemas de recompensas para asegurarse de que están en consonancia con su visión.
  • Reconozca y recompense a la gente que trabaja para el cambio
  • Identifique a las personas que se resisten al cambio y ayúdeles a ver que lo necesitan
  • Adopte medidas para eliminar las barreras (humanas o no)

Paso 6: Asegúrese triunfos a corto plazo

Nada motiva más que el éxito. Dele a su empresa el sabor de la victoria en una fase temprana del proceso de cambio. Dentro de un breve período de tiempo (que podría ser un mes o un año, dependiendo del cambio), usted va tener que lograr resultados palpables por su gente. De otra manera, la gente crítica y negativa podría lastimar el proceso.
Cree metas a corto plazo y no sólo un objetivo a largo plazo. Usted desea que cada pequeño logro sea posible, con poco margen para el fracaso. Su equipo de trabajo para el cambio puede tener que trabajar muy duro para llegar a los objetivos pero, cada “victoria“ de corto plazo puede ser muy motivador para todo el personal.

Qué hacer:

  • Busque proyectos de éxito asegurado, que pueda implementar sin la ayuda de aquellos que sean críticos del cambio
  • No elija metas tempranas que sean costosas. Usted desea poder justificar la inversión de cada proyecto.
  • Analice cuidadosamente los pros y contras de cada proyecto. Si no tiene éxito en su primera meta, puede dañar enteramente su iniciativa de cambio.
  • Reconozca el esfuerzo de las personas que le ayudan a alcanzar los objetivos.

Paso 7: Construya sobre el cambio

Kotter sostiene que muchos proyectos de cambio fallan porque se declara la victoria muy tempranamente. El cambio real sucede muy profundamente. Las victorias tempranas son sólo el comienzo de lo que se necesita hacer para lograr los cambios a largo plazo.
El lanzamiento de un nuevo producto utilizando un sistema completamente nuevo está muy bien. Pero si puede lanzar 10 productos nuevos, eso significa que el nuevo sistema funciona. Para llegar a esa décima victoria, deberá seguir buscando mejoras.
Cada victoria proporciona una oportunidad para construir sobre lo que salió bien y determinar qué se puede mejorar.

Qué hacer:

  • Después de cada victoria, analizar qué salió bien y qué se necesita mejorar
  • Fijarse más metas para aprovechar el impulso que ha logrado
  • Aprenda sobre Kaizen, la idea de la mejora continua
  • Mantenga ideas frescas sumando más agentes y líderes del cambio

Paso 8: Ancle el cambio en la cultura de la empresa

Por último, para lograr que cualquier cambio pegue, éste debe formar parte del núcleo de la organización. La cultura corporativa a menudo determina qué hacer, por lo que los valores detrás de su visión deben mostrarse en el día a día.
Haga que los esfuerzos continuos para garantizar el cambio se vea en todos los aspectos de su organización. Esto ayudará a darle un lugar sólido al cambio en la cultura de la organización.
También es importante que los líderes de su empresa sigan apoyando el cambio. Esto incluye el personal existente y los nuevos líderes que vayan sumando. Si pierde el apoyo de estas personas, podría terminar donde empezó.

Qué hacer:

  • Hablar acerca de los avances cada vez que se dé la oportunidad. Cuente historias de éxito sobre procesos de cambio, y repetir otras historias que oiga.
  • Incluye los ideales y valores del cambio cada vez que contrate y entrene gente nueva
  • Reconozca públicamente los principales miembros de su coalición de cambio original, y asegúrese de que el resto del personal – nuevos y viejos – se acuerden de sus contribuciones.
  • Cree planes para sustituir a los líderes principales del cambio, a medida que éstos se vayan. Esto ayudará a asegurar que su legado no se ha perdido u olvidado.

Puntos claves:

Tiene que trabajar duro para cambiar con éxito a una organización. Cuando planea cuidadosamente y construya un buen fundamento, la aplicación del cambio podrá ser mucho más fácil, y se podrá mejorar las posibilidades de éxito. Si está demasiado impaciente, y si espera resultados demasiado pronto, es más probable que fracase.

Crear un sentido de urgencia, contratar poderosos líderes de cambio, construir una visión y comunicarla de manera eficaz, eliminar los obstáculos, crear triunfos a corto plazo, y construir sobre el cambio. Si usted hace estas cosas, puede ayudar a hacer del cambio parte de su cultura organizacional. Ahí es cuando se puede declarar una verdadera victoria.

Publicado en Estrategia Magazine. Post original aquí.

Seguir leyendo sobre Gestión del Cambio:

Las 3 habilidades de pensamiento necesarias para mejorar, por Pablo Staffolani.

Lo único que no cambia es el permanente cambio, por Fernando Álvarez.

Cómo superar las 4 etapas de resistencia al cambio (Pensamiento Imaginactivo)

¿Porqué las organizaciones se resisten tan activamente al cambio?, por Juan Carrión.

5 Palancas de cambio en tu empresa, por Francisco Paez.

El Cambio, por Mariano Ramos Mejía.

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El Arte de la Ejecución: Consejos claves para transformar la estrategia en resultados.

por Juan Carlos Cerna Aguiñada.
Monografías.

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Durante mis consultorías, no importando la naturaleza de la organización cliente, la necesidad era la misma, la correcta ejecución de su estrategia. Aunque ésta es indiscutiblemente muy importante, son pocos los directores, empresarios y gerentes que se han parado a meditar sobre qué tipo de procesos y liderazgo son óptimos para transformar la estrategia en resultados.

En consecuencia, tal y como lo explica el profesor de Gestión de Wharton, Lawrence G. Hrebiniak, los directores que han realizado un MBA saben mucho sobre cómo diseñar un plan, pero muy poco sobre como ejecutarlo. La mayoría de nuestros estudiantes de Maestría en Negocios reciben una formación muy buena en planificación, pero apenas se dedica tiempo a la ejecución.

Aunque son buenos managers, con el paso del tiempo realmente tienen que aprender a base de golpes, a base de experiencia, lo cual significa que cometen muchos errores.

En una entrevista reciente que la firma consultora Marakon Associates y el Economist Intelligence Unit realizaban a ejecutivos senior de 197 empresas, los encuestados afirmaban que sus empresas tan sólo alcanzaban el 63% de los resultados esperados en sus planes estratégicos.

Mejorar la ejecución ¿es algo que se puede enseñar? La respuesta en la práctica dicta que al menos se puede conseguir que los directivos, empresarios y gerentes estén conscientes de algunas variables clave. Se puede desarrollar un modelo… Si éstos saben cuáles son las variables clave, entonces sabrán qué es lo que hay que buscar y qué preguntas plantearse.

Los obstáculos de la mala coordinación

La ejecución puede realizarse mal por varios motivos, y uno de los más básicos es permitir que con el paso del tiempo vaya cambiando el carácter fundamental de la estrategia. El ejemplo clásico de cambio de estrategia y objetivos es el intento por parte de Hewlett-Packard, después de haber adquirido Compaq, de competir con Dell en el mercado de ordenadores personales basándose en principio en su escala, compitiendo vía precios una semana más tarde y después vía servicios, mientras asimismo intentaba vender a través de costosos y conflictivos canales de distribución.

Resultado: la consejera delegada Carly Fiorina perdía su trabajo y HP aún tiene por resolver algunos asuntos estratégicos clave.

El primer paso para una buena ejecución es definir el reto. Al final, ejecutar bien es básicamente un tema de coordinación: Conseguir que el producto adecuado llegue a manos del cliente adecuado en el momento adecuado.

  • Un ejemplo de esta situación es lo acontecido a United Air Lines, que intentó crear una subsidiaria competitiva para competir contra aerolíneas de reciente creación como Southwest. En principio se trataba de una buena idea, pero United decidió competir utilizando la misma estructura de costes anticuada que tenía, la cual era precisamente el motivo por el que estaba perdiendo mercado ante las compañías aéreas de bajo coste.
  • En otras ocasiones los planes simplemente fallan porque no son comunicados a todas las personas involucradas. Es común escuchar de los empresarios comentarios como: “Realicé tareas de consultoría en empresas que diseñan y ponen en marcha un importante plan estratégico; un mes o dos más tarde pregunté a los trabajadores de niveles inferiores cómo les iban las cosas con el programa y cual es mi sorpresa que manifiestan que no tienen noticia alguna del programa”.
  • Las estrategias también fracasan porque las personas se resisten a los cambios. Por ejemplo, las oficinas centrales quieren más estandarización de un producto pero el ejecutivo comercial de una zona no está de acuerdo con la idea. Únicamente se podrán captar los beneficios totales y lograr la consolidación si todo el mundo está de acuerdo en ejecutar la estrategia.
  • Algunos factores culturales también pueden obstaculizar la ejecución. A veces las empresas intentan aplicar una estrategia previamente probada y comprobada sin darse cuenta que va a aplicarse en mercados en los que es necesario adoptar un enfoque diferente.

Por ejemplo, incluso la cadena Wal-Mart, difícil de batir en ejecución a nivel mundial, ha dado algunos pasos en falso relacionados con temas culturales. Un ejemplo: cuando Wal-Mart decidió instalarse en Brasil, intentó llegar a acuerdos con los proveedores del mismo modo en que estaba acostumbrada a hacerlo en Estados Unidos, donde tiene un enorme peso en el mercado. Los proveedores simplemente se negaron a aceptar sus reglas de juego y la empresa no tuvo más remedio que repensar su estrategia.

No obstante, tal vez el mayor factor posiblemente sea la falta de atención que se presta a la ejecución. Una vez se decide el plan, es muy frecuente –y sorprendente-, que no haya apenas seguimiento para garantizar su ejecución, señalan los expertos.

Personas versus proceso

¿Qué se debería hacer? responder a esta interrogante nos conlleva a repasar lo que dicen las dos escuelas de pensamiento más representativas.

  • Una escuela subraya la importancia de las personas: simplemente consigue la persona adecuada y las cosas se harán bien. Sin embargo, dentro de la propia escuela también hay divisiones. Algunas empresas creen que la gente adecuada no se crea, se contrata. En esta misma escuela, hay otros que piensan que la clave consiste en mejorar los resultados de la ejecución a través de la formación, y mejorar los resultados del empleado medio a través de la creación de una cultura basada en la corresponsabilidad.
  • La segunda escuela pone énfasis no en la mejora de las personas, sino de los procesos, Larry Bossidy, consejero delegado de Honeywell y coautor de Execution: The Discipline of Getting Things Done (Ejecución: La disciplina para conseguir hacer las cosas), es uno de los líderes integrantes de esta escuela. Si los empleados no son buenos no conseguirán que las cosas se hagan bien. Pero ¿cuántas organizaciones contratan a los malos? Todas contratan a los buenos. Así que debe haber algo más.

Ahora que es importante señalar que ambas propuestas tienen sus méritos. Ya que no se considera que estas escuelas de pensamiento compitan. Creo que simplemente son las dos caras de una misma moneda.

Expertos en estrategia sugieren que las empresas que han logrado los mejores resultados para los accionistas combinan ambos enfoques. Tanto Cisco como 3M y General Electric son empresas que han prestado atención a ambos.

Puntos claves para una ejecución exitosa

Mejorar la ejecución es un proceso continuo. No obstante, existen ciertos pasos que cualquier empresa puede dar y así conseguir ciertas mejoras crecientes. Algunos de esos pasos son:

1. Formular un modelo de ejecución

Existen muchos criterios estratégicos de referencia pero basta un modelo que identifique las variables críticas que definan –al menos para el gestor-, las cosas de las que se tienen que preocupar cuando se pone en marcha un plan de implementación. Sin dichas variables los gestores afirmarían: “Simplemente hemos pasado la pelota a otros para que corran, y ese es el plan de ejecución”. Así no van a ir a ninguna parte.

2. Elegir indicadores adecuados

Las ventas y la cuota de mercado siempre van a ser uno de los principales indicadores para las empresas, pero cada vez es más frecuente que las mejoras empresas elijan indicadores que les ayuden a evaluar no sólo sus resultados financieros, sino también si un plan está teniendo éxito.

Por ejemplo, cuando una gran empresa de cable se dio cuenta de que la velocidad a la que penetraba en nuevos mercados estaba correlacionada con el número de representantes en dichos mercados, los ejecutivos empezaron a hacer un seguimiento de la velocidad con que se contrataban nuevos representantes en determinado territorio.

Pero es importante elegir indicadores en conjunto de forma que puedan variar si las condiciones del mercado cambian. Por ejemplo, las ventas de automóviles podrían ser un buen indicador para un distribuidor automovilístico, pero si el tipo de interés aumenta, las ventas posiblemente disminuyan. Un buen conjunto de indicadores recogería dicha relación.

¿Qué indicadores deberían utilizar aquellas empresas que no tienen contacto con los consumidores? los abogados, consultores en gestión estratégica, en recursos humanos o información afirman que es imposible cuantificar en números el éxito de lo que hacen.

Su consejo: preguntar a los clientes internos cuáles serían las consecuencias para ellos de que tu departamento fuese bueno, malo o simplemente no existiera. A veces preguntas como esa pueden proporcionar buenas ideas para elegir los indicadores de resultados.

3. Revisar el plan de manera conjunta.

Tal y como se señalaba previamente, los planes a menudo simplemente se aprueban y después se olvidan. Un modo para conseguir que el plan permanezca como parte de la agenda consiste en dividir las agendas de las reuniones ejecutivas en dos: reuniones operaciones y de estrategia. A pesar de que de acuerdo a los expertos en gestión estratégica como Hrebiniak y Hamel, quienes sostienen que la estrategia únicamente puede tener éxito si está integrada con las operaciones.

Los problemas del día a día y la estrategia general a menudo desbordan al equipo ejecutivo, de tal modo que tener una agenda propia para los procesos es el único modo de que los ejecutivos se preocupen de la marcha de determinado plan.

4. Evaluar los resultados obtenidos con frecuencia

Hacer un seguimiento de los resultados todavía es, para la mayoría de las empresas, algo que hay que hacer una vez al año. Sin embargo, la mayoría de las empresas líderes evalúan sus planes a intervalos mucho más frecuente que en el pasado.

El motivo por el que Wal-Mart es tan buena en temas de ejecución es que sabe diariamente si lo que se está haciendo en cada uno de sus establecimientos está obteniendo los resultados deseados o no.

Por ejemplo, hace un par de años la cadena estadounidense, se dio cuenta de que su estrategia de ventas para Navidad no había funcionado tan sólo ocho días más tarde de que finalizase, lo cual posibilitó que la empresa mitigase los daños de un modo que no podría haberse realizado si no se conociesen los resultados con tanta prontitud.

Comunicación

Las empresas a menudo se equivocan creando una distinción cultural entre los ejecutivos que diseñan la estrategia y los empleados de los niveles operativos en la jerarquía corporativa.

Preguntar constantemente sobre el estado de un plan es una buena forma de asegurarse de que continuará siendo una prioridad.

Las reuniones entre el equipo ejecutivo y los gestores de las diferentes unidades deberían ser regulares y constantes. Es precisamente ese liderazgo directo y demostrado el que convence a una organización de que el compromiso con un plan es real y que habrá consecuencias si el plan no se sigue. Es una señal de compromiso desde las altas jerarquías que se espere compromiso desde las subsecuentes.

Bibliografía

Argyris, Chris (1989] Strategy Implementation: An Experience in Learning. Organizational Dynamics, 18 (2) pp 5-15.

  1. Beaufre, Andrés [1997] Introducción a la estrategia. Ed.Biblioteca militar, Oficial no 43. Lima, Perú. P 57 – 65.
  2. Beckham, Daniel J [1997]. Hot Concepts in strategy./ Helthcare- forum- Journal. Jan/ Feb 1997; v 40n1, pp 43- 47.
  3. Lawrence G. Hrebiniak [2002] Making Strategy Work: Leading Effective Execution and Change
  4. Larry Bossidy; Ram Charan; Charles Burck [2001] Execution: The Discipline of Getting Things Done

Autor:

Juan Carlos Cerna Aguiñada

juan.cerna@utec.edu.sv

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Fuente: Monografías

Imagen: High-performing-team 

Publicado en Pensamiento Imaginactivo. Post original aquí.

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¿ha muerto la planificación estratégica?

Claude Lorrain
Por Xavier Marcet
Ya hace muchos años que la planificación estratégica entendida como una hoja de ruta que las empresas e instituciones podían trazar y aplicar rígidamente para alcanzar su visión ha sido cuestionada. Me acuerdo perfectamente del bien que nos hizo Henry Mintzberg en su “Rise and Fall of Strategic Planning” (1994) cuando explicó que todo era un poco más complicado que hacer un DAFO, dictar una misión y desplegar estrategias. El diálogo con el entorno cambiante pasaba a ser una variable fundamental de la planificación estratégica incorporando conceptos nuevos como el de las estrategias emergentes. Ha llovido mucho y el libro de Mintzberg mantiene interés.

La planificación estratégica clásica continúa siendo cuestionada y le llueven nuevos interrogantes a partir desde tres perspectivas distintas: los contextos de cambio permanente, la emergencia de la innovación como base competitiva y la prioridad talento.

Norman Wolfe publicaba esta semana en su blog de la revista Fast Company un post de título sugerente “Strategic Planning is dead – Long life Strategy Execution”. Wolfe insiste en la importancia de transformar la antigua planificación estratégica en una dinámica interactiva ante los contextos sucesivos con los que una empresa se encuentra. http://www.fastcompany.com/1603160/strategic-planning-is-dead-long-live-strategy-execution

Xavier Ferrás en su tesis sobre innovación cuestiona seriamente la validez de la planificación estratégica clásica arguyendo que la base competitiva para sobrevivir en mercados maduros se encuentra más en la capacidad de innovar que en la capacidad de planificar rígidamente. Ferrás hace un repaso sensacional a la historia del management y sitúa la innovación como una fase posterior a la de la planificación estratégica.

Por otro lado, los debates sobre talento han puesto otra vez de manifiesto la importancia que algunas organizaciones han dado históricamente al talento por encima de la estrategia con un argumento que podría resumirse en: “contrata a los mejores y ya sabrán lo que hay que hacer en cada momento”. Sería el caso de instituciones como la Universidad de Cambridge que sigue esta máxima desde hace siglos y no le ha ido mal.

A pesar de todo, ni las empresas ni las instituciones no pueden vivir sin dirección. Necesitan una visión que las movilice, que sirva para alinear los procesos internos de decisión y que sirva también para ordenar la relación entre sus recursos y sus prioridades.

¿Continúa teniendo sentido elaborar planes estratégicos? Absolutamente sí. ¿Continúa teniendo sentido hacerlos como hace 25 años? Absolutamente no.

Hoy los planes estratégicos deben servir como hoja permanente para ordenar el cambio, para establecer los mecanismos de relación con los contextos cambiantes, para definir políticas respecto del talento y generar un modelo de innovación. Los planes estratégicos no son un buen instrumento para definir al detalle lo que cada organización debe hacer en cada uno de sus rincones, si no para mantener un rumbo, una visión y dotarse de instrumentos para pensar en cada momento que es lo que nos permite acercarnos más a nuestros objetivos. Tiene razón Normal Wolfe cuando insiste que en la mayoría de casos las organizaciones (igual que las personas) dan respuestas semiautomáticas a la relación del día a día con el entorno. La planificación estratégica no tiene actualmente la función de establecer estructuras y lógicas inalterables. Al contrario, la planificación estratégica tiene sentido en cuanto permite responder ágilmente a la necesidad de cambio permanente y ordenar la forma cómo vamos a dar respuesta a este cambio incesante en el marco de la visión a la que aspiramos. No podemos trabajar sin horizonte, no podemos comunicar sin rumbo, no podemos desarrollar trayectorias innovadoras sin visión.

(La imagen es de Claude Lorrain)

Publicado en XavierMarcet.com. Post original aquí.

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Planificación Estratégica: ¿Has probado a hacer un DAFO personal?

¿Has probado a hacer un DAFO personal?

Por Ruben Alzola.

Marca la diferencia

El análisis DAFO, también conocido como matriz o análisis FODA, es una herramienta de estudio de la situación de una empresa o un proyecto. Analiza susituación interna (Fortalezas y Debilidades) y susituación externa (Oportunidades y Amenazas).

En inglés se utilizan las siglas SWOT (Strengths, Weaknesses,Opportunities y Threats). Hacer notar que en inglés están agrupados los factores internos (SW) y los factores externos(OT) lo que resulta más sencillo de recordar de cara al análisis que vamos a ver a continuación.

La matriz DAFO es una herramienta de que posibilita el pensamiento estratégico, es decir, permite hacernos una composición de lugar previa a la fijación de estrategias. En productividad personal es posible aplicar el DAFO en dos escenarios, ambos ligados con la perspectiva. A saber:

a)      Lo podemos aplicar a nuestra propia persona como herramienta de autoconocimiento. Esto nos facilitará labores de los tres niveles superiores como son aclarar nuestra visión, misión y metas.

b)      Lo podemos aplicar a proyectos. Cuando hablo de proyectos me refiero a proyectos complejos, no al simple encadenamiento de acciones que Allen considera proyecto (desde el punto de vista de GTD). Un DAFO al principio de un proyecto puede poner sobre el tapete muchas cosas que acabarán surgiendo a posteriori.

Vamos a centrarnos en la primera variante, lo que he llamado “DAFO personal”. A partir de hacer un análisis DAFO personal deberíamos poder contestar a cada una de las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo puedo aprovechar las oportunidades?
  • ¿Cómo puedo enfrentar las amenazas?
  • ¿Cómo puedo potenciar mis fortalezas?
  • ¿Cómo puedo atenuar mis debilidades?

 Vamos a llevar a cabo el análisis en cuatro pasos:

 Análisis de la situación interna.

  1. Análisis de la situación externa.
  2. Elaboración de la matriz DAFO.
  3. Determinación de la estrategia.

 1. Análisis de la situación interna.

 Los elementos internos que se deben analizar durante el DAFO corresponden a las fortalezas y debilidades que uno mismo tiene. Se trata de conocer la cantidad y calidad de los recursos de que dispongo.

 Al igual que en una organización (en el fondo, todos somos la empresa Yo S.A.), vamos a tratar de identificar qué atributos me permiten generar una ventaja competitiva sobre el resto de mis  “competidores”.

 F-Fortalezas

 Las fortalezas son todos aquellos elementos internos y positivos que diferencian a mi persona. Algunas de las preguntas que se pueden realizar y que contribuyen al análisis son:

 ¿Qué capacidades tengo?

  • ¿Qué aptitudes y actitudes tengo?
  • ¿Qué hago mejor que los demás?
  • ¿Qué creen los demás que hago bien?
  • ¿Qué facilita mis fortalezas?

 Ejemplo: Puedo ser muy bueno haciendo relaciones, dibujando, hablando ante el público, los demás pueden verme como la persona a la que acudir cuando hay que negociar algo o puede que la adopción de SCRUM favorezca mis conocimientos técnicos y mis habilidades de liderazgo como SCRUM Master.

 D-Debilidades

 Las debilidades se refieren, por el contrario, a todos aquellos elementos, recursos, habilidades y actitudes que tengo y que constituyen barreras para lograr mis metas. Si bien no tienen un sentido negativo pensando en abstracto sí lo tienen para mí hoy mismo.

 Las debilidades son problemas internos, que, una vez identificados y desarrollando una adecuada estrategia, pueden y deben eliminarse o minimizarse. Algunas de las preguntas que se pueden realizar y que contribuyen al análisis son:

 ¿Qué debilidades puedo mejorar?

  • ¿Que debilidades puedo inhibir/sustituir/atenuar?
  • ¿Qué hago mal o peor que los demás?
  • ¿Qué creen los demás que hago mal?
  • ¿Qué potencia que mis debilidades queden al descubierto?

 Ejemplo: Tengo problemas para participar en las reuniones o me cuesta un mundo hablar en las reuniones de la comunidad de vecinos, soy nefasto diseñando presentaciones o planchando, los demás me ven como un mal jugador de baloncesto o puede que mi elección como representante sindical no potencie en exceso mis nulas habilidades sociales o mi pobre capacidad de negociación.

 2. Análisis de la situación externa.

 O-Oportunidades

 Las oportunidades son aquellos factores, positivos, que se generan en el entorno y que, una vez identificados, pueden ser aprovechados. Algunas de las preguntas que se pueden realizar y que contribuyen al análisis son:

 ¿Qué circunstancias mejoran mi situación?

  • ¿Cómo puedo aprovecharme de estas circunstancias?
  • ¿Son demandados mis conocimientos en mi entorno/organización/mercado?
  • ¿Cómo favorece la situación económica mis aspiraciones?
  • ¿Existen cambios tecnológicos/sociales/políticos/laborales/familiares que pueden beneficiarme?

 Ejemplo: Se abre una nueva sucursal de mi empresa en otro país, me han hecho una oferta para formar parte de una empresa o poner capital en un negocio, se ha  puesto de moda ese juego que aprendí en mi año preuniversitario en EEUU siendo un adolescente o me puedo sacar un título que certifique mi experiencia profesional ya que ahora, por fin, hay unos estudios reglados que respaldan esta disciplina.

 A-Amenazas

 Las amenazas son situaciones negativas, externas a mi persona, que pueden atentar contra ésta, por lo que llegado al caso, puede ser necesario diseñar una estrategia adecuada para poder sortearlas. Algunas de las preguntas que se pueden realizar y que contribuyen al análisis son:

 ¿A qué obstáculos me enfrento?

  • ¿Qué están haciendo mis competidores?
  • ¿Tengo los recursos necesarios?
  • ¿Puede alguna de las amenazas impedir totalmente mi desarrollo?

 Ejemplo: Tengo que empezar a tener presencia online en mi negocio porque hace tiempo que mis competidores están moviendo ficha, debo empezar a construir una red de contactos, debo ampliar mis conocimientos en diseño web si quiero mantenerme actualizado, la enfermedad de mi padre se está agravando y me exigirá una mayor dedicación o si no apruebo “Computación” en quinta convocatoria todos mis esfuerzos académicos se irán por el sumidero.

 3. Elaboración de la matriz DAFO.

 La matriz es simplemente una representación gráfica donde plasmamos de manera resumida las respuestas que hayamos ido dando a las preguntas anteriores. Genéricamente tendríamos algo así:

 

 4. Determinación de la estrategia.

 Si cruzamos los datos obtenidos, obtendremos las estrategias a seguir:

  • Las Fortalezas y Amenazas detallan los riesgos que me puedo encontrar, por lo que debo buscar en mis fortalezas fórmulas para afrontar las amenazas.
  • Las Fortalezas y Oportunidades muestran la mejor línea de acción, debo usar mi potencial y mis puntos fuertes para mejorar mis oportunidades.
  • Las Debilidades y Oportunidades  muestran losdesafíos que me voy a encontrar, debo ver cómo superar mis debilidades para aprovechar las oportunidades.
  • Las Debilidades y Amenazas muestran nuestraslimitaciones, lo que me dirá qué pasos debo dar para minimizar mis debilidades frente a las amenazas del entorno.

Puede que para determinar la mejor de las estrategias a seguir necesites de alguna otra herramienta o técnica como el brainstorming o lluvia de ideas. Esta es una técnica de creatividad pensada para grupos que aplicarás cuando trabajes en el DAFO de un proyecto pero que también es posible aplicar de manera individual.

No olvides que. para el análisis de un problema, sea una amenaza, una debilidad o algo derivado del análisis DAFO, dispones de una herramienta muy útil como es el Diagrama de Ishikawa.

Una última cosa. Cuando realices un DAFO personal y definas estrategias, céntrate en potenciar tus fortalezas antes que en eliminar tus debilidades. Es mucho más apreciada una persona brillante en un aspecto y floja en el resto que una persona estándar en todo. Naturalmente, esto no te da carta blanca con tus debilidades pero, al final, de lo que se trata es de marcar la diferencia y esa diferencia la vas a marcar siempre con tus fortalezas. 

Robin Sharma lo decía de manera mucho más elegante en uno de sus libros: 

Utiliza tu energía para ensanchar tus sueños. No aceptes una idea mediocre cuando tienes un potencial infinito dentro de la fortaleza de tu mente. Atrévete a apelar a tu grandeza.

enero 13, 2014   Ruben Alzola

Rubén Alzola

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Fuente: Marca la diferencia

Imagen: FODA personal   

Publicado en Pensamiento Imaginactivo. Post Original aquí.

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Diagnóstico Financiero: El análisis del primer vistazo (II)

Por Gerardo Diez

Una aproximación rápida a la realidad de la empresa  a través de su información económico – financiera.

Los primeros seis indicadores clave: la eficiencia del uso de recursos

El primer indicador es la facturación o volumen de negocios o ingresos anuales

Es un primer indicio del tamaño de la empresa que además permitiría dimensionar su participación de mercado en la medida que exista una estimación del volumen total de ese mercado

El segundo punto de atención es el total de activos netos (*) involucrados en el negocio

Saldo o foto al momento del cierre de la información de balance. Los activos son los recursos o aplicaciones necesarios de fondos para generar la facturación en primer término y los resultados en segundo.  Desde un punto de vista genérico (y probablemente obviando algunos detalles importantes para la técnica contable), por su naturaleza  los activos necesarios para operar en un negocio pueden ser tres: Caja (o caja equivalente), Bienes de uso y Capital de trabajo. Cada uno es bien diferente tanto en su capacidad de generar valor como en las posibilidades de gestionarlos eficientemente.

El tercer indicador es la conjunción de los dos primeros, lo que llamaremos rotación de activos =  Ventas / Activos netos (*)

Nos habla de la eficiencia con la que los activos que tenemos invertidos en el negocio logran generar ingresos. Aunque esta relación es relativamente estable dentro de una misma industria, la tensión competitiva o el nivel de actividad económica pueden afectar la ecuación y generar cambios necesarios en la configuración del negocio. Veremos mejor esta potencialidad luego de introducir los dos siguientes indicadores clave.

El cuarto indicador clave es el Margen = NOPAT (*) / Ventas.

El margen refleja la rentabilidad operativa del negocio relativa a los ingresos necesarios para generarla. Condensa desde el posicionamiento de precios, la tecnología invertida en el negocio que afecta los costos variables hasta la estructura de costos fijos y gastos (también llamado apalancamiento operativo del negocio)

El quinto indicador es la multiplicación del tercero por el cuarto, lo vamos a llamar ROIC (*) = NOPAT / Activos netos.

Es la “madre de todas las batallas”, el indicador de rentabilidad por excelencia. Refleja tanto la rentabilidad del negocio medida contra los recursos necesarios para generarla como el riesgo operativo que estamos corriendo por entrar en ese negocio.

El análisis conjunto del ROIC desentrañando margen y rotación nos permite comprender la génesis primaria en la generación de valor. Así podríamos postular 2 modelos extremos: el primero de un negocio con baja rotación (probablemente por una necesidad de fuerte inversión asociada a una escala mínima necesaria que la hace económicamente viable) y alto margen (dado posiblemente por las naturales barreras de entrada que genera la alta inversión); la industria pesada como la siderurgia o la cementera son ejemplos de este primer modelo. Los proyectos de estas características suelen repagarse en el mediano / largo plazo y los saltos tecnológicos suelen generar rupturas y fuertes cambios en las bases de la rentabilidad (cuando se verifican, cosa que no siempre ocurre)

El segundo tipo de negocio en cuanto a la conformación del ROIC es el configurado por un bajo margen y alta rotación. Los negocios de distribución minorista y atomizada suelen responder a estas características: un sinfín de operaciones muy pequeñas suelen potenciar el también bajo margen que aporta cada una de ellas. El retail o venta minorista es un clásico ejemplo de esta configuración.

Entender el ROIC significa muchas veces asumir con razonable seguridad el modelo de negocio que está detrás. Como ya mencionamos, dentro de cada industria existen patrones que tienden a repetirse aunque circunstancias dadas por cambios tecnológicos o innovaciones de procesos hacen que la ecuación cambie por completo y eso lleve a un reordenamiento competitivo.

El sexto indicador clave en nuestra búsqueda es el ROE (*) = Resultado Neto (*) / Patrimonio Neto (*)

Refleja la rentabilidad para el accionista neta de todos los conceptos de costos operativos y financieros. El ROE es diferente del ROIC sí y sólo si la empresa está financiada con Deuda en lugar de estarlo sólo con Patrimonio Neto. En ese tema nos enfocaremos en la próxima entrega

(*) Glosario:

Activos Netos: Activos del negocio netos de: deudas comerciales, impositivas y sociales, obligaciones con terceros que no tienen costo explícito y que derivan de la operatoria comercial con proveedores, personal y entes recaudadores de impuestos y cargas sociales

N.O.P.A.T.: Net Operating Profit After Taxes; resultado operativo después de impuestos

R.O.I.C.: Return on Invested Capital, resultado sobre el capital invertido, o sobre el Activo Total.

R.O.E.: Return on Equity, resultado sobre Patrimonio Neto.

Continuará…

De la misma serie:

Diagnóstico Financiero: El análisis  del primer vistazo (I. Una mirada rápida para reconocer lo sustancial).

Del mismo autor en este blog:

Reflexiones sobre Crisis y Planeamiento

Los sistemas de control directivo: un modelo situacional.

La problemática del Control en las Organizaciones.

El Proceso de Presupuestación Anual.

¿En que consiste el Planeamiento?

 

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Diagnóstico Financiero: El análisis del primer vistazo (I)

Por Gerardo Diez

Una aproximación rápida a la realidad de la empresa  a través de su información económico – financiera.

Una mirada rápida alcanza para conocer lo sustancial

Un negocio es tanto el resultado que de lo que de él se espera como la performance que efectivamente alcanza. Los números gobiernan también el mundo de los negocios, y según el tipo de negocio, hay números que particularmente resaltan a la vista del ojo experto

Así existe una serie de datos que ordenados y comparados de alguna forma dada brindan una amplia visión del panorama de la industria que reflejan

Aunque este conjunto de informaciones puede variar (y a veces bastante) entre los negocios de que se trate, podríamos enunciar, sin demasiadas pretensiones generalistas pero con razonable seguridad, una serie de indicadores que nos ayudarán a establecer las bases de la rentabilidad en una empresa, su capacidad de generar valor, de crecer y los riesgos implícitos

A través del desarrollo de la capacidad de leer información económico – financiera de una forma rápida y estructurada, a partir de una pequeña selección de datos significativos podremos conocer de un golpe de vista las características fundamentales que delinean a una empresa

Las comparaciones no son odiosas

La foto a un determinado momento es la consecuencia de una evolución, la conjunción fáctica de decisiones explícitas y de factores diversos que afectaron al negocio. Por eso el panorama se completa cuando las cifras a un determinado momento se comparan con los registros históricos de la misma empresa, lo que permite ver la evolución del negocio, las tendencias que nos permitan comprender mejor el ahora.

Un segundo plano de comparación es con el mercado, con otras empresas, preferentemente de la misma rama o industria. Comparar para entender, encontrar oportunidades de mejora y tomar dimensión relativa

Nada más diferente que dos empresas iguales dice un adagio, de las diferencias se aprende y perfecciona la gestión

Dime en qué etapa del ciclo del negocio estás y te diré cómo eres

Por lógica consecuencia de adaptación a la realidad circundante, otro aspecto a considerar y a dilucidar en el análisis es la cuestión del ciclo de vida del negocio y el posicionamiento de la empresa en él. Cada etapa genera una impronta tanto en las características como en los objetivos de la compañía y de su gestión. Comprender la lógica detrás de cada etapa y su impacto en el negocio es sustancial.

 

En la siguiente entrega:  Los primeros seis indicadores clave: la eficiencia en el uso de recursos

Continuará…

Del mismo autor en este blog:

Reflexiones sobre Crisis y Planeamiento

Los sistemas de control directivo: un modelo situacional.

La problemática del Control en las Organizaciones.

El Proceso de Presupuestación Anual.

¿En que consiste el Planeamiento?

 

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Cómo ser un buen profesor. La prueba del algodón.

Si una persona va al médico  y después del tratamiento propuesto se queda como estaba; es decir, el paciente sale igual que entra ¿diría que ha ido a un buen médico?

Y si el tratamiento que le pone el médico es el mismo que el paciente se podría auto-aplicar ¿diría que ha ido a un buen médico?

Bueno, pues esto vale para el profesorado.

Si un alumno que asiste a nuestras clases sale igual que entra (sin aumentar su conocimiento) ¿diríamos que somos un buen profesor?

Si un alumno puede obtener el incremento de conocimiento que le va a dar el profesor por otros medios (un libro, unos apuntes, internet,….) ¿diríamos que somos un buen profesor?

Es cierto que la profesión de profesor (como supongo que ocurra en otras) está llena de obstáculos:

Un modelo educativo muy mejorable.

Unos colegas que si son de nuestro mismo departamento o área de conocimiento se creen en posesión de la verdad y si son de otro departamento o área de conocimiento nos desprecian.

Unos alumnos (se les identifica porque son las personas de menor edad que la nuestra, que están en el aula) que no saben para que están, que no les interesa lo más mínimo lo que contamos y que nos ven como un tirano.

Unos padres de alumnos que nos piden mil explicaciones cuando sus hijos suspenden (por eso nos vienen muy bien los exámenes escritos) y en algunos casos primeramente dejan clara su postura con ciertas expresiones verbales y físicas.

Un nulo reconocimiento al esfuerzo, la motivación y al trabajo bien hecho (me refiero al profesorado y al reconocimiento por la administración, por si ustedes pensaban que hablaba de los alumnos)

 

Una parte del profesorado piensa que soportar todo esto, sin darse de baja por depresión, es bastante para ser un buen profesor y convertirse en un “santo-docente”.

Sin embargo hay una prueba que podemos hacer para saber si somos un “santo-docente” o un buen docente (además de un “santo-docente”, por supuesto):

  1. Tomemos una persona que no sea profesor, pero que tenga los conocimientos necesarios sobre el incremento de conocimiento que queramos provocar en nuestro alumnado (se admiten alumnos de cursos superiores que hayan aprobado la asignatura).
  2. Concedámosla un día para preparar el concepto y suministrémosle el material necesario.
  3. En el momento de impartir la clase demos el cambiazo y pongamos en nuestro lugar a la persona seleccionada en el punto 1.
  4. ¿Ha sido capaz de realizar lo mismo que hubiésemos hecho nosotros?

Si la respuesta a esta pregunta ha sido que sí, seremos un “santo-docente” y si es que no seremos un buen profesor.

¿Por qué?

Porque como todo el mundo sabe un buen profesor no es un mero transmisor de información, eso sería ser un mercader de la información existente, y cualquiera que tuviese esa información sería capaz de transmitirla, incluso el propio alumnado sería capaz de auto-medicarse.

Un buen profesor es el que:

Motiva a sus alumnos. No hay fórmulas mágicas para la motivación, aunque hacer ver a sus alumnos para qué les puede interesar la asignatura o para qué se aplica en la vida real ayuda. Ya sé que esto es difícil, pero si el profesor que todos los días está con sus alumnos, que sabe qué nivel educativo tienen, que sabe la carrera o el interés por seguir estudiando que tienen sus alumnos y que conoce la materia que enseña, no sabe motivarles ya me dirán ustedes quién es capaz de hacerlo; es decir, el profesor es la persona que está más capacitada para motivar a sus alumnos; así pues motíveles.

Hace que entiendan el concepto no que lo aprendan. Según todos los manuales de pedagogía y técnicas de estudio lo primero que se recomienda a un alumno es a entender el concepto; pues si eso es el primer paso déselo hecho. El material de apoyo, las nuevas tecnologías y el conocimiento de nuestros propios alumnos nos facilitarán esta labor. No se empeñe que aprendan en 50 minutos de clase lo que a usted le ha costado varios días, experiencia y reflexión.

Da las pautas para que aprendan el concepto. Esto es lo que un buen profesor sabe hacer. Las metodologías educativas, paradigmas de aprendizaje, su propio “librillo” y el conocimiento de sus alumnos son las claves para dar esas pautas. La innovación educativa ayuda a personalizar cada vez más esas pautas incluso a establecer pautas distintas para distintos alumnos en su misma clase.

Enseña a aplicar el concepto. En algunos contextos a esto se le llama formar en habilidades y capacidades; en otros, aprendizaje significativo;  pero en muchos casos, basta con buscar problemas, prácticas y ejemplos cercanos al alumno.

Como toda prueba del algodón es fácil de hacer e inmediata es la comprobación del resultado, pero si el algodón está manchado ¿Cómo quitar las manchas?

Pues eso es lo que saben hacer los buenos profesores ¡que no quede mancha!

Fuente: Innovación educativa. Post original aquí.

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Patologías Educativas

Por Juan Carrión

Hoy me gustaría plantear un debate sobre la educación y sus patologías. Para ello, nada mejor que una reflexión de Richard Feynman (extraída de: ¿Está Usted de Broma Sr. Feynman?), Premio Nobel de física de 1965 y uno de los físicos más creativos del siglo XX.

El contexto de la cita es el siguiente: a principios de los años sesenta, Feynman pasa un año en Brasil impartiendo clase y analizando su sistema educativo.

Sin más…

Descubrí un fenómeno muy extraño. A veces hacía preguntas que los estudiantes eran capaces de contestar inmediatamente; pero la próxima vez que volvía a hacer la misma pregunta ¡no daban pie con bola! Por ejemplo, en una ocasión estaba explicándoles la luz polarizada, y les di a todos unas tiras de polaroide.

El polaroide solamente deja pasar la luz cuyo vector de campo eléctrico se encuentre en una cierta orientación, por lo cual expliqué que se podía saber de qué modo estaba polarizada la luz observando si el polaroide se veía oscuro o claro. Tomamos primero dos tiras de polaroide y las giramos hasta que dejaron pasar a través de sí casi toda la luz. Por este procedimiento podíamos saber que las dos tiras estaban ahora admitiendo luz polarizada en la misma dirección, pues la que pasaba a través de una pasaba también a través de la otra. Pero entonces les pregunté cómo podíamos averiguar la dirección de polarización absoluta valiéndose de una tira de polaroide.

No tenían ni idea.

Yo sabía que para ello hacía falta algo de ingenio, así que les di una pista: “Mirad la luz que refleja hacia nosotros la bahía”.

Nadie dijo esta boca es mía.

Entonces dije yo: “¿Habéis oído hablar del ángulo de Brewster?

“¡Sí señor! El ángulo de Brewster es el ángulo para el cual la luz reflejada por un medio que tenga índice de refracción mayor que uno queda totalmente polarizada”.

“¿Y de qué forma queda polarizada la luz al ser reflejada?”

“La luz queda polarizada perpendicularmente al plano de reflexión, señor” ¡Incluso hoy, yo tengo que pensarlo primero! Ellos se lo sabían al dedillo. Sabían incluso que la tangente del ángulo de Brewster es igual al índice de refracción.

Yo dije: “¿y bien?”

Todavía nada. Me acababan de decir que la luz reflejada por un medio con un índice de refracción mayor que uno, como el agua de la bahía, estaba polarizada; me habían dicho incluso de qué modo estaba polarizada.

Yo les dije: “Mirad hacía la bahía a través del polaroide. Y después lo giráis”.

“¡Ooh! – dijeron-. ¡Está polarizada!”.

Después de mucha investigación acabé averiguando que los estudiantes se habían aprendido todo de memoria, pero no sabían el significado de nada. Cuando oían decir “la luz reflejada por un medio con índice de refracción mayor que 1”, no sabían que se estaba hablando de un medio material como el agua, por ejemplo (…) Todo había sido memorizado, pero nada había quedado traducido en palabras con significado. Así, si yo preguntaba: “¿Cuál es el ángulo de Brewster?”, me estaba dirigiendo al banco de datos del ordenador con las palabras clave precisas. Pero si decía: “¡Mirad el agua!”, no lograba efecto alguno, porque en el archivo “¡Mirad el agua!” no se había efectuado registro alguno.

Más tarde asistí a una lección en la escuela de ingenieros. La lección decía más o menos así: “Dos cuerpos, se consideran equivalentes, si iguales pares de fuerzas producen la misma aceleración”. Los estudiantes todos sentados escribiendo al dictado y cuando el profesor repetía comprobaban que lo habían tomado correctamente. Después escribían la frase siguiente, y así una y otra vez. Yo era el único que sabía que el profesor estaba hablando de objetos con iguales momentos de inercia, y aun así me costaba entenderlo.

No se me alcanzaba cómo podrían llegar a aprender nada de ese modo. Aquí estaba hablando de momentos de inercia, pero no había la menor discusión de cuánto cuesta abrir una puerta si se le pone un peso grande por fuera, ni si hay que hacer mayor o menor esfuerzo para abrirla al colocarlo cerca de las bisagras, ¡nada!

Después de la lección hablé con uno de los estudiantes. “Después de haber tomado ustedes todas esas notas, ¿qué hacen con ellas?”

“¡Oh!, nos las estudiamos –respondió-. Luego nos examinan”

Después estuve en un examen para el ingreso en la escuela de ingenieros; era un examen oral, y me permitieron presenciarlo. Uno de los estudiantes era absolutamente súper: ¡Lo contestó todo a la perfección! Los examinadores le preguntaron qué era el diamagnetismo, y él respondió impecable. Después le preguntaron: ¿Qué le sucede a la luz cuando llega oblicuamente a una lámina de material de un cierto espesor, y de índice de refracción N?”

“Sale paralelamente al rayo incidente, señor, pero desplazada”

“¿Y cuánto es el desplazamiento?”

“No lo sé, señor. Pero puedo calcularlo”. Fue y lo calcó. Era muy bueno. Pero para entonces yo ya tenía mis sospechas.

Después del examen me acerqué a aquel brillante joven, y le expliqué que venía de Estados Unidos y que deseaba hacerle algunas preguntas que no influirían en modo alguno en el resultado de su examen. La primera pregunta que le hice fue: “¿Puede usted darme algún ejemplo de sustancia diamagnética?”.

“No”.

Después le pregunté: “Si este libro fuera de cristal, y yo estuviera mirando a través de él un objeto situado sobre la mesa, ¿qué le sucedería a la imagen si yo inclinase el cristal?”

“Quedaría reflectada, señor, en el doble del ángulo que hubiera usted girado el libro”.

“¿No se estará confundiendo con un espejo, tal vez?”

“¡No, señor!”

En el examen acababa de decirnos que la luz se desplazaría paralelamente a sí misma, y por consiguiente la imagen debería desplazarse hacia un lado, pero no tendría por qué ser girada ángulo alguno. Más aun, había calculado incluso el valor de tal desplazamiento; sin embargo, no se había dado cuenta de que una lámina de vidrio es un material que tiene índice de refracción, y que su cálculo era válido en este caso, y respondería perfectamente a mi pregunta.

(…) Una de las cosas que jamás conseguí de aquellos alumnos es que me hicieran preguntas. Finalmente, uno de los estudiantes me aclaró por qué: “Si yo le hago una pregunta en clase, al salir se me van a echar todos encima, diciendo: ¿Por qué malgastas nuestro tiempo haciéndole preguntas? Estamos tratando de aprender algo, y tú no haces más que interrumpirle con tus preguntas”.

Es una especie de competencia por superar a los demás en la cual nadie sabe lo que está pasando, y entonces cada cual se dedica a rebajar a los demás, haciendo como si realmente él si lo supiera. Todos fingen y hacen como que saben, y si uno de los estudiantes, al hacer una pregunta, admite por un instante que algo le resulta confuso, los demás adoptan una actitud activa, como si para ellos aquello fuera evidente y reprochándole al preguntón que les haga perder el tiempo.

Les expliqué lo útil que es trabajar con otros, lo fecundo que es la discusión de las cuestiones, el repasarlas y volverlas a discutir. Pero tampoco estaban dispuestos a hacer eso, porque sería un desdoro tener que preguntar a nadie. ¡Era lamentable! Todo el trabajo que hacían aquellas personas inteligentes, pero que se encontraban atrapadas en aquella curiosa situación mental, esta extraña y autopropagante “educación”, que carece de sentido, ¡Qué carece por completo de sentido!

Palabra de Feynman.

Y para finalizar una conferencia mítica de Sir Ken Robinson: ¿Matan las escuelas la creatividad?

La segunda parte es igual de buena…

Cuanta verdad…

Fuente: Jano 2.0. Post original aquí.

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