Alternativas de financiación para las PYMES: La integración de los indicadores del capital de trabajo

Por María de los Milagros Montell

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En esta serie de post fuimos descubriendo cuáles son los indicadores que se ponen en juego al buscar fuentes de financiación provenientes del capital de trabajo.  Nuestro análisis se enfocó en el impacto de cada uno de ellos considerando las consecuencias en forma aislada uno de otros.

Les quiero proponer ahora, que hagamos una mirada integral de todo el ciclo de conversión de efectivo de las operaciones de una empresa.  Para esto tenemos que reunir los tres indicadores básicos que fuimos analizando (Días de Stock, Plazo Medio de Cobranzas y Días de Cuentas a Pagar) y relacionarlos así:

Post 5 - 1

Con esta fórmula obtenemos entonces el tiempo que, en promedio, se excede en convertir en caja y equivalente de caja los bienes o servicios vendidos por sobre el plazo de financiación de los pasivos operativos.

Si el resultado es positivo, la conclusión será que el tiempo promedio de los días que están  los bienes en stock más el tiempo promedio que se tarda en cobrar a los clientes es mayor al tiempo promedio que se tarda en cancelar los pasivos operativos.

Si tomamos las mismas variables pero las analizamos haciendo la comparación del siguiente recuadro, podemos ver con más claridad cómo se puede administrar el ciclo de conversión de efectivo para usarlo como una fuente de financiación que no genere costos financieros:

Post 5 - 2

Esta nueva mirada nos hace ver que cuando la empresa busca financiarse con el capital de trabajo, la suma de Días Stock más el Plazo Medio de Cobranzas debería ser menor a los Días de Cuentas a Pagar.  Si así fuera el caso, podríamos concluir que “nuestros pasivos operativos financian a nuestros clientes”.  Y cuando una empresa logra esto, ¡está financiando su ciclo operativo y algo más a costo cero!

Sin embargo, como vimos en los post anteriores, el manejo de las variables que resultará de esta  situación, no solo produce ventajas sino que también tiene consecuencias y riesgos, por lo que habrá que minimizarlos con un seguimiento cuidadoso de las estrategias perseguidas al usar los indicadores.

Por otro lado,  cuando una empresa decide financiarse con capital de trabajo, deberá siempre contar con una estrategia de cobertura,  a la cual recurrirá cuando, por el motivo que fuera, la fuente de financiación de capital de trabajo se vea interrumpida.

Por ejemplo, es frecuente encontrar PYMES cuyas ventas se canalizan principalmente a través de unos pocos clientes importantes. Suponiendo un caso de estos, se establecen ritmos de cobranzas impuestos de alguna manera por estos grandes clientes y que, a su vez,  generan una costumbre y una previsibilidad en el flujo del dinero en efectivo hacia la empresa.

Con esta previsibilidad, la empresa trabaja con un sistema de Flujos de Fondos Proyectados en el cual programan los pagos hacia sus proveedores, comprometiéndose al pago de sus deudas en fechas determinadas. En muchos casos, incluso, los compromisos se sellan con la entrega de un cheque diferido de la empresa a su proveedor.  Se genera, entonces, una dependencia de los grandes clientes de la empresa  para que ésta pueda cumplir con sus deudas asumidas.

Mientras que el flujo de las operaciones, cobranzas y pagos se mantenga en el mismo ritmo, la empresa podrá mantener esta fuente de financiación generada del capital de trabajo.  Sin embargo, si uno de sus clientes importantes envía un comunicado diciendo que a partir de determinada fecha deberá extender sus plazos de pago, la empresa se enfrentará con un desfasaje financiero temporario que deberá cubrir acudiendo a su estrategia de cobertura.

Ahora bien, ¿cuáles son las posibles estrategias de cobertura que deberá utilizar la empresa si se encontrara en esta situación?  Analicemos algunas de ellas:

  1. La primera podría ser explotar la fuente de capital de trabajo: como aumenta el índice de Plazo Medio de Cobranza, habrá que compensar ese aumento ya sea con el aumento del índice de Plazo Medio de Cuentas a Pagar o con la reducción del índice de Días de Stock.

De las dos opciones, la más frecuentemente utilizada es la comunicación con el o los proveedores de mayor confianza y cuyo importe de deuda sea similar y refinanciar la deuda acomodándose a la nueva situación.

  1. La segunda sería acudir a alguna línea financiera bancaria de corto plazo, es decir, tomar un crédito “puente” que ayude a la empresa a cruzar el río del desfasaje financiero, hasta que se reacomode el sistema de pagos y cobranzas con el nuevo ritmo impuesto. Según la magnitud del desfasaje se podrá:
    1. tomar un giro en descubierto,
    2. descontar cheques diferidos en el banco,
    3. o bien tomar un crédito de corto plazo.

Volviendo al análisis de  nuestra fórmula de Ciclo de Conversión de efectivo ¿Cómo debería ser en el signo del capital de trabajo cuando la empresa se está financiando con el mismo? La respuesta es “negativo”.  Esto es así porque la suma de las Deudas Comerciales, Sociales y Fiscales arroja un importe mayor a la suma de los Inventarios y de las Cuentas a Cobrar.  Es decir, las cuentas a pagar financian los activos operativos.

Si en cambio la empresa no se financia con capital de trabajo, sino que el mismo requiere de otras fuentes de financiación para llevar adelante el negocio, la suma de Días de Stock más el Plazo Medio de Cobranzas será mayor a los Días de cuentas a Pagar y el capital de trabajo tendrá un signo “positivo”.

Finalmente, cuando el resultado da cero, estamos frente a una situación en la que el ciclo operativo del negocio se autofinancia en su totalidad, pero no deja ningún dinero extra para financiar otras actividades.

En nuestro siguiente post, cerraremos esta serie, analizando un ejemplo donde se muestra cómo se puede obtener más financiación del capital de trabajo a través de su fuente más genuina: el aumento de las ventas y la repercusión en el mejoramiento de los ingresos.

Continuará en próximas entradas…

De la misma serie:

Alternativas de financiación para las PyMEs: Análisis del Capital de trabajo

Alternativas de financiación para las PYMES: El “plazo medio de cobranzas”

Alternativas de financiación para las PYMES: los “Días de Stock”

Alternativas de financiación para las PYMES: La financiación con “Cuentas a Pagar”

Del mismo autor en este blog:

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Diagnóstico Financiero: El análisis del primer vistazo, por Gerardo Diez.

¿Cómo analizar la rentabilidad de mi negocio? (serie de seis post), por Mariano Ramos Mejía

 

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Alternativas de financiación para las PYMES: El “plazo medio de cobranzas”

Por María de los Milagros Montell

cobranza

En el primer post de  esta serie vimos que cuanto mayor sea el pasivo operativo con relación a la suma de los activos operativos más se estará financiando la compañía con Capital de trabajo.

Ahora bien, ¿podría una empresa generar recursos financieros a través de sus activos operativos? La respuesta la encontraremos luego del análisis de los siguientes indicadores: “Plazo Medio de Cobranzas” y “Días de Stock”.

Comencemos por el análisis del primer indicador: El Plazo Medio de Cobranzas nos revela cuántos son los días promedio que la empresa tarda en convertir en dinero líquido el importe que había financiado a sus clientes. Para calcularlo generalmente se utiliza la siguiente fórmula:

Imagen 1

¿Cuál sería un resultado razonable? Para poder responder esta pregunta, en principio se tendría comparar el resultado con un indicador objetivo, como ser: los promedios del sector o de la industria, los promedios históricos de la misma empresa o los promedios presupuestados.

Sin embargo, si el resultado es muy alto la empresa podría estar transitando problemas de incobrabilidad o morosidad.   En el otro extremo, si el resultado es muy bajo, podría estar indicando que la política de créditos a los clientes es muy estricta, lo cual probablemente afecte las ventas, además del resultado del periodo, puesto que los clientes se verían desanimados por la restricción en el plazo de pagos.

Luego de haber hecho estas consideraciones, ¿cómo diría usted que una firma puede generar recursos financieros desde los clientes?

La respuesta es simple, lo que debe hacer es reducir el Plazo Medio de Cobranzas, esto es, dándoles a los clientes menos días en promedio para que paguen sus cuentas corrientes. De esta manera, el capital de trabajo se reduce porque en lugar de estar ese dinero en manos de los clientes estará en poder de la empresa para otros fines.  Por supuesto que para lograrlo se deberá diseñar una política de comunicación acorde y una combinación adecuada de las variables involucradas, puesto que a ningún cliente le gustaría perder el plazo de financiación que había ganado a través de los años de la relación comercial.

Como el objetivo es la reducción del plazo promedio, tal vez una forma de lograrlo sea a través de la diferenciación de políticas de cobro según el tipo de producto vendido, o bien, a través de la reducción del plazo únicamente en los nuevos clientes incorporados.

Por ejemplo, supongamos que la empresa “El Modelo S.A.” está preparando el presupuesto para el próximo año y llega al siguiente Presupuesto Económico y Balance Proyectado:

Imagen 2

Imagen 3

¿Cada cuánto cobrará sus ventas en el año X1?   Acudiendo a la fórmula del Plazo Medio de Cobranzas, podemos decir que tarda 109.5 días en promedio.

Ahora bien, ¿podríamos calcular cuánto mejoraría su posición de Caja y Equivalente de Caja, si acelerara las cobranzas unos 15 días en promedio?

Para poder llegar a una conclusión, lo que tenemos que hacer es volcar los datos en la fórmula, dejando como incógnita el saldo de Cuentas a Cobrar del año X1:

Imagen 4

Entonces, el nuevo Balance Proyectado quedaría así:

Imagen 5

De esta manera vemos que el saldo al cierre de las “Cuentas a Cobrar” pasa a ser $21.781, mientras que el nuevo saldo de Caja y Equivalente de Caja pasa a ser $33.219. Por lo tanto, en este ejemplo, la empresa genera fondos adicionales por $8.219, si lo comparamos con el saldo del Presupuesto Base y esto se genera por el solo hecho de anticipar las cobranzas de sus clientes. Desde otra óptica, el origen de fondo se generó de la reducción del capital de trabajo que pasó de$14.000 del presupuesto base a $5.781.

En el momento de presupuestación, podríamos utilizar este indicador para ver cuántos días en promedio puede la empresa financiar a sus clientes disponiendo del dinero con el que cuenta, así como el efecto que produce la reducción o el aumento de los plazos de cobranzas en el flujo de efectivo.

En el ejemplo analizado, partimos de un modelo donde la modificación del índice no afecta los resultados económicos ni otras variables. Pero en general si uno reduce el Plazo Medio de Cobranzas, es de esperar que produzca una reducción en las ventas. A su vez, cuando un empresario decide aumentar el Plazo Medio de Cobranzas, lo hace para causar un impacto positivo en las ventas. En estos casos, tendríamos que recalcular los índices considerando el efecto en los resultados económicos.

¿Se anima a calcular cómo quedaría la posición final de Caja y Equivalente de Caja de la empresa El Modelo S.A., si el Plazo Medio de Cobranzas aumentara a 120 días con el fin de aumentar un 15% las ventas? Si lo desea, puede enviarme su propuesta de solución en los comentarios a esta entrada.

Continuará en próximas entradas…

De la misma serie:

Alternativas de financiación para las PyMEs: Análisis del Capital de trabajo

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