por Juan José Amilibia (*)
El concepto de innovación ha evolucionado a través del tiempo y fue analizado por numerosos autores en forma exhaustiva. Etimológicamente el término proviene del latín innovare, que quiere decir cambiar ó alterar las cosas introduciendo novedades.
“La innovación es la herramienta específica de los empresarios innovadores; el medio por el cual explotar el cambio como una oportunidad para un negocio diferente. Es la acción de dotar a los recursos con una nueva capacidad de producir riqueza. La innovación crea un “recurso”. No existe tal cosa hasta que el hombre encuentra la aplicación de algo natural y entonces lo dota de valor económico” (Peter Drucker, 1985).
Puede observarse que, tanto en estas definiciones como en otras que pueden encontrarse, la coincidencia está en la idea de cambio, de algo nuevo, y en que la innovación es tal cuando se introduce con éxito en el mercado. El punto de diferencia está con respecto a qué es lo que cambia.
Joseph Schumpeter (1935) definió innovación en un sentido general y tuvo en cuenta diferentes casos de cambio para ser considerados como una innovación. Estos principios básicos son:
1. Introducción en el mercado de un nuevo bien o servicio, el cual los consumidores no están aun familiarizados.
2. Introducción de un nuevo método de producción o metodología organizativa.
3. Creación de una nueva fuente de suministro de materia prima o productos semielaborados
4. Apertura de un nuevo mercado en un país.
5. Implantación de una nueva estructura en un mercado.
Esta teoría de cambios como vemos incluye la innovación en producto, innovación de procesos, innovación en una nueva estructura de mercado ó apertura de nuevos mercados, como así también nuevas formas de tratar comercialmente los procesos existentes.
Por su parte, Howard Stevenson, profesor de la Universidad de Harvard, realizó en la década de los ‘80 un análisis acerca de la mentalidad emprendedora y el concepto de innovación.
Según él, innovar no implica sólo crear un nuevo producto, puede innovarse al crearse una nueva organización, una nueva forma de producción o una forma diferente de llevar adelante una determinada tarea, etc. (Castillo, 1999).
De esta manera está agregando al análisis del concepto un nuevo elemento, que Schumpeter no había mencionado, y que es la innovación en la organización. Y puede observarse como, la innovación no tiene únicamente relación con la creación de un nuevo producto o una nueva tecnología, sino que es un concepto más amplio.
“ La empresa es una estructura política” según definición de Jean P. Sallenave en su libro “Gerencia y Planeación Estratégica”. Afirma el autor : ” Las mutaciones culturales fuerzan la gestión empresarial a evolucionar para tener en cuenta el nuevo orden de valores personales, los nuevos papeles sociales asignados a las instituciones (empresas, organizaciones, etc) y de una nueva finalidad estratégica en si misma.”
Es decir que la estrategia del cambio, la innovación, está necesariamente vinculada a esta evolución, está ciertamente en el centro del debate. Dicha innovación trae aparejada un sinnúmero de mejoras y un aumento de la capacidad competitiva que ninguna empresa u organización puede ignorar.
A pesar de las diferencias en recursos y condiciones que puedan existir entre las distintas empresas, regiones ó países, los mismos no son entornos aislados y esa sinergia asociada al interactuar permanente, genera que estos agentes no puedan innovar en aislamiento. En un reciente trabajo monográfico desarrollado para el INTA, estación experimental Barrow, se concluye que: “ Las asimetrías se mantienen o acrecientan, debido a que la innovación genera un proceso de retroalimentación positiva, es decir que cuantas más innovaciones haya en una comunidad, más riqueza se creará, y más incentivos y recursos habrá para la generación de nuevas innovaciones”. ( Formichella María Marta -2005 – “La evolución del Concepto de Innovación y su relación con el Desarrollo” -INTA).
La acción empresarial admite muchas interpretaciones y por ende la dimensión de los factores influyentes en los cambios e innovaciones a producir pueden ser numerosos.
“El conocimiento de la empresa concebido como un sistema cerrado es, por lo tanto, insuficiente. Deben entenderse las relaciones entre la empresa y su medio ambiente, para comprender lo que se llama la Acción empresarial. De la misma forma, la vida humana en grupo solo puede entenderse si se reconoce la influencia del medio social sobre el comportamiento en grupo. Así, las ciencias humanas, y entre ellas la administrativa, parecen haber seguido caminos paralelos, partiendo de la comprensión de los fenómenos para acabar con la comprensión de la Acción”. (Jean Paul Sallenave ( 1990) “Gerencia y Planeación Estratégica” .
El impacto de los cambios que podrán producirse a través de las innovaciones que se incorporen estarán marcadas también por su éxito y aceptación en el mercado. Puede tratarse de innovaciones radicales que busquen a través de algo novedoso acaparar todo el mercado ó de innovaciones que por sus características estén orientadas a la reducción de costos.
La enorme influencia que tendrá la creatividad a través de la generación de ideas antes no existentes será fundamental al momento de gestionar la innovación. La creatividad consiste en reconocer la relación entre conceptos, generando algo nuevo, resolviendo un problema existente y funciona como base de la innovación. Esta última se desarrollará ampliamente en una organización cuya cultura estimule el pensamiento creativo. La dirección de empresa y sus decisiones y acciones al enfrentar el ambiente cambiante de los negocios necesita desarrollar estrategias y soluciones para resolver problemas. Es el pensamiento creativo lo que permite mejorar la comprensión de situaciones problemáticas y encontrar soluciones alternativas. En una empresa o en cualquier otro tipo de ente, resulta crítico incorporar el potencial de creatividad de sus integrantes en los procesos intrínsecos y el desarrollo de las estrategias.
Es importante destacar que en cualquier etapa del proceso de innovación se producen interacciones entre diversos elementos: científicos, tecnológicos, productivos, financieros, etc. Las mismas darán más frutos cuanto mejor sean gestionadas y cuanto más se conozca el contexto general dentro del cual se desarrollan.
Existen varias técnicas orientadas a la estimulación de la creatividad y pueden aplicarse en sectores ó áreas completamente disímiles financieras, productivas, comerciales, administrativas y pueden ser técnicas muy estructuradas como las analíticas que siguen un pensamiento lineal, como técnicas intuitivas que son menos estructuradas y que pueden resultar muy útiles en problemas ó situaciones indefinidas.
La aplicación de estás técnicas en las organizaciones ya sea en áreas orientadas a los clientes, a los productos, a los procesos, ó al desarrollo de las estrategias, no necesariamente provienen de los altos mandos ó dirigentes empresarios sino que pueden también provenir de los empleados de dichas organizaciones cuyas ideas creativas se relacionarán con las funciones que desempeñen y generando un valor económico para las mismas.
Freeman (1974) expresa que, casi la totalidad de los estudios de casos sobre innovación están de acuerdo en que el éxito está más cerca de aquellos que se preocupan por determinar las exigencias futuras de sus clientes. Se observa que casi todos los fracasos se relacionan con un desprecio por los requerimientos del mercado, o por una escasa comprensión de las demandas del cliente. A su vez, señala que las empresas que han sido exitosas en innovación han tenido las siguientes características:
Intensa investigación y desarrollo profesional dentro de la empresa.
Realización de investigación básica o fuerte conexión con quienes la realizan.
Uso de patentes para asegurarse protección y poder negociador con los
competidores.
Capacidad y tamaño como para financiar grandes gastos en investigación y
desarrollo durante largos periodos.
Plazos de decisión más cortos que los competidores.
Inclinación a asumir riesgos fuertes
Rápida e imaginativa identificación de un mercado potencial.
Cuidadosa atención al mercado potencial y considerables esfuerzos para captar,
educar y ayudar a los usuarios.
Esfuerzo empresarial con suficiente eficiencia para coordinar la investigación y
desarrollo, la producción y la comercialización.
Buenas comunicaciones con el mundo exterior, así como con los clientes
El actor social que promueve el desarrollo se convierte en un agente de desarrollo y a él le competen diferentes tareas. Una de ellas es la tarea de innovar.
( Formichella María Marta (2005) – La evolución del Concepto de Innovación y su relación con el Desarrollo-INTA )
Tal como lo señalan numerosos autores la empresa innovadora esta organizada para convertir la innovación en norma. Dichas organizaciones saben que la innovación consiste siempre en agregar valor y no solamente desarrollo en tecnología ó desarrollo científico.
El estudio de las distintas organizaciones que incluyeron este concepto entre sus variables permanente ha sido explicitado claramente por consultores y expertos como Peter Drucker quien expresa:
“Estas diferentes organizaciones innovadoras por cierto tienen muy distintas estructuras, diferentes actividades características e incluso distintas filosofías organizativas y administrativas.
Pero exhiben algunas características comunes:
1. Las organizaciones que innovan saben que significa “innovar”
2. Las organizaciones innovadoras comprenden la dinámica de la innovación.
3. Aplican una estrategia innovadora
4. Saben que la innovación requiere objetivos, metas y medidas que son diferentes de los objetivos, las metas y las medidas de una organización gerencial, y que se ajustan a la dinámica de la innovación.
5. La administración, especialmente la alta dirección, representa un papel distinto y tiene una actitud diferente en una organización innovadora.
6. La organización innovadora está estructurada de diferente modo, y su organización es distinta de la que hallamos en la organización gerencial.
( P. Drucker -1998- La Gerencia , Tareas, responsabilidades y prácticas- )
… Continuará
* Juan José Amilibia, Profesor Adjunto de la Cátedra Planeamiento y Control Presupuestario – Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.
Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. Tambien apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.