Los Objetivos Empresariales

Strength in Numbers

Por Pablo Peñalver

Ya conocemos la estrategia que vamos a seguir. Ahora nos corresponde traducir esa idea de empresa que tenemos en términos de objetivos.

Como sabemos los objetivos son la descripción anticipada de las metas que queremos conseguir. A nivel empresarial actuaremos en dos niveles:

  1. Definir la visión de la empresa, es decir, las grandes metas que queremos conseguir con nuestra empresa, y conocidos como objetivos a largo plazo, generales y cualitativos. Entre éstos, a modo de ejemplo, podemos citar:
    • Ser lider del mercado.
    • Aumentar los activos.
    • Crecer.
    • Supervivencia.
  2. Por otra parte, y como los objetivos generales son muy amplios y lejanos, deben concretarse en objetivos más cercanos, objetivos cuantificables y a corto plazo, es decir, son las metas a consehuir. Estos objetivos serán el punto de referencia para establecer la estrategia de marketing, y cómo no, las políticas de marketing más adecuadas para instrumentalizar la estrategia elegida. Entre otros, son ejemplos de objetivos a corto plazo:
    • Aumentar las ventas un 20%.
    • Generar unos beneficios de 150.000,00€.
    • Abrir dos tiendas nuevas el año próximo.
    • Renovar la mitad de la maquinaria el próximo año.

Cabe recordar que los objetivos deben ser medibles, claros, alcanzables, desafiantes, realistas y coherentes. Sólo así serán el auténtico norte que guiará nuestra actuación.

Para aclarar estos aspectos podemos visualizar el siguiente vídeo:

 

 

Publicado en Proyecto Empresarial 2.0. Post original aquí.

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Qué Ganas cuando Actualizas tu Cartografía Mental

Por José Miguel Bolivar

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Las personas trabajamos habitualmente con representaciones simplificadas de la realidad. Y lo hacemos porque estas simplificaciones nos resultan muy útiles y efectivas, al eliminar gran parte de la complejidad que presenta dicha realidad y hacerlo posible a cambio únicamente de sacrificar una porción de rigor.

Pero esta simplificación, aunque útil, tiene también sus inconvenientes. Uno de ellos es que, como afirma uno de los supuestos básicos de la PNL, “el mapa no es el territorio“. Como veremos, esta diferencia entre el mapa y el territorio representado implica varias limitaciones.

Por una parte, el mapa es tan solo una “foto” parcial del territorio en un momento dado, es decir, un mapa es algo estático, mientras que el territorio que representa es dinámico. Por otra parte, y como consecuencia de lo anterior, no todo lo que existe en el territorio tiene por qué estar reflejado en el mapa ni todo lo que aparece en el mapa tiene por qué seguir siendo así, o incluso seguir existiendo, en el territorio.

A pesar de estas limitaciones, y siempre que seamos conscientes de ellas, un mapa actualizado es por lo general una herramienta muy útil.

Hablando de mapas y territorios, la cartografía, que es precisamente la ciencia que se ocupa del estudio y elaboración de los mapas, tiene sus primeros vestigios miles de años antes de Cristo, lo cual puede darnos una idea de la importancia que han tenido estas simplificaciones de la realidad a lo largo de la historia.

La cartografía ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. La precisión, el rigor, el nivel de detalle… Los mapas no han dejado de mejorar en todos estos aspectos desde sus orígenes. Pero el cambio probablemente más importante sea su ritmo de obsolescencia.

Los primeros mapas eran válidos durante mucho tiempo porque debían pasar períodos de tiempo amplios para que los cambios ocurridos fueran lo suficientemente relevantes como para que la fiabilidad del mapa quedara en entredicho. Es lógico, si pensamos en el tiempo que se tardaba en edificar algo o en completar una obra pública como un puente o una carretera.

Sin embargo, a día de hoy los mapas se actualizan con mucha más frecuencia, ya que su periodo de obsolescencia es mucho más breve.

Hay otro tipo de cartografía, la cartografía mental, con la que ocurre lo mismo.

Hace tan solo unas décadas, actualizar tu cartografía mental era también conveniente pero no era realmente necesario. Y no era necesario porque el territorio en el que transcurría tu vida, aunque cambiaba, no lo hacía hasta tal punto de dejar inservibles tus mapas. O lo hacía pero a muy largo plazo. En otras palabras, aunque tus mapas se fueran quedando obsoletos con el paso del tiempo, en generalseguían siendo suficientemente válidos.

Pero hoy día no es así. El ritmo al que cambia el territorio aumenta de forma exponencial. Como consecuencia de ello, los mapas que representan territorios de hace solo unas décadas se parecen muy poco al territorio real actual.

La consecuencia de esto es que, aunque cada vez se vive más años, cada vez se envejece más rápido. Porque, en el fondo, envejecer es seguir viviendo en el pasado, en una realidad que ya no existe.

En la Era del Conocimiento, tu vejez viene marcada por la diferencia entre los mapas que utilizas y la realidad que supuestamente representan.

Las personas cuyos mapas hace tiempo que dejaron de reflejar el territorio, viven en un mundo de fantasía, en una copia falsa de la realidad, en la que se sienten aparentemente cómodas y seguras. Pero lo cierto es que viven en un equilibrio inestable, al borde de un precipicio que las hará caer en un estado de profunda desorientación, incapaces de entender qué está ocurriendo a su alrededor y por qué.

Ya hemos visto aquí la diferencia entre cumplir años y envejecer. Cumplir años es un proceso natural inevitable pero envejecer no lo es tanto, al menos mental y anímicamente.

Una de las mejores formas de evitar el envejecimiento es el aprendizaje continuo (lifelong learning). No parar de aprender te obliga a replantearte cosas que hasta ese momento habías dado por verdades absolutas, es decir, te hace tener que repintar constantemente tus mapas, borrando lo que ya no existe en el territorio y añadiendo lo nuevo que va surgiendo en él.

Y contar con un mapa actualizado te ayuda a orientarte mejor hacia los resultados que deseas.

Por eso, cuando actualizas regularmente tu cartografía mental, no solo retrasas tu envejecimiento, sino que te aseguras de seguir en el camino correcto hacia lo que te hace feliz.

Publicado en Óptima Infinito. Post original aquí.

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La base del Balanced Scorecard (Cuadro de mando integral)

Por Alfonso López Viñegla

Aunque se ha escrito ya mucho sobre el Cuadro de mando integral (Balanced Scorecard), con este pequeño apunte quiero dejar claros algunos conceptos e ideas que debemos tener con respecto a esta metodología de gestión integral.

En la siguiente figura destacamos de nuevo las cuatro principales perspectivas que se manejan, y en cada una de ellas he incluido brevemente qué es lo que debiera contener:

Aprendizaje y Crecimiento: estamos en la perspectiva en la que consideraremos nuestros recursos, aquéllo con lo que contamos en la Organización y que generará valor futuro.

Procesos Internos: Todos aquellos aspectos que tienen que ver con “lo que hago u ofrecemos” (producto-servicio) y sin dejar dejar de lado el diseño del marco de juego, es decir, todas aquellas reglas de funcionamiento que nos facilitarán nuestras tareas y procesos.

Clientes: el “a quién apuntamos”, ya estemos dirigiéndonos al cliente final o al mercado.

Finanzas: Lo que finalmente deberemos conseguir, llegado el caso.


En el siguiente gráfico quiero destacar un elemento importante. Generalmente, la medición que se realiza en una organización tiene una alta concentración en los objetivos de naturaleza financiera, y ello nos responde a la pregunta en pasado “¿Cómo lo hemos hecho?”….  el análisis forense en gestión no nos sirve demasiado de cara a la agilización de la toma de decisiones. Sin embargo, si entrenamos el contestar a las preguntas “¿Qué tal lo estamos haciendo?” o por qué no “¿Cómo lo haremos?”, nuestra gestión mejorará sensiblemente.

No olvidemos asimismo que los objetivos ubicados en las dos perspectivas del SUR del mapa estratégico (AC y PI) suelen ser medidos con indicadores de proceso, y los objetivos del NORTE (C y F) con indicadores de resultado. El modelo del Balanced Scorecard es un modelo causa-efecto, en donde debemos aprender a detectar nuestros inductores (ya sean de coste o de ingreso) para mejorar en el control y seguimiento de nuestros resultados.

Por último, quisiera destacar la utilidad de trabajar previamente el DAFO en el BSC (Cuadro de mando integral). Distinguiremos en nuestro análisis por un lado las Amenazas y Oportunidades, de carácter EXTERNO, y que nos permitirá evaluar y estudiar aquéllas cuestiones en las que nuestra gestión directa -inicialmente- no influirá.  Y por otro lado, el análisis interno nos permitirá analizar las Debilidades y Fortalezas de la organización, pudiendo hacer hincapié en las cuestiones más urgentes y necesarias en la misma. El DAFO solo es un primer paso, luego es bueno llevar a cabo un análisis CAME que nos ayude a PENSAR en el “después que hacemos”, que es el proceso que nos permitirá construir los objetivos principales de nuestro mapa estratégico.

 

Publicado en Cuadro de Mando BSC. Post original aquí.

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Reseña de Business Model Generation de Alexander Osterwalder e Yves Pigneur

por Xavi Sanchez

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Para empezar tengo que decir que este libro me parece una de las lecturas que más puedo recomendar para todo tipo de emprendedores. Con Business Model Generation de Alexander Osterwalder y Yves Pigneur tendrás toda las herramientas necesarias para crear modelos de negocio de forma metódica y obteniendo unos resultados excelentes.

En el blog ya hemos hablado de forma indirecta sobre el libro y cómo crear modelos de negocio, por lo que puedes consultar el artículo para ampliar la información de esta reseña.

El Business Model Canvas, la joya de la corona

Crear nuevos modelos de negocio no resulta fácil ni para los emprendedores más experimentados, ni siquiera había una forma más o menos estándar sobre cómo definir un modelo de negocio, es por eso que la presentación del Business Model Canvas como lienzo donde plasmar tu modelo de negocio supone un soplo de aire fresco.

Este lienzo no es más que una tabla donde plasmar los aspectos principales de un modelo de negocio según sus autores: segmentos de clientes, propuesta de valor, canales, relación con el cliente, fuentes de ingresos, recursos clave, actividades clave, socios clave y estructura de costes. Todos estos elementos están perfectamente explicados y clasificados en libro.

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Pero la introducción a esta herramienta no es más que el principio del libro, con esta aportación ya se podrían dar como satisfechos, pero lo que añade mucho más valor al libro son una serie de contendidos enfocados en sacar el máximo provecho a la herramienta.

Los patrones de modelo de negocio

El siguiente punto del libro pone en práctica lo aprendido y explica 5 patrones de modelo de negocio muy actuales, con lo que toda la teoría queda reflejada en ejemplo reales de éxito.

Estos patrones sirven de referencia para no tener que empezar con el lienzo en blanco. No supone una revisión exhaustiva de todos los posibles patrones principales, habrían decenas, pero los que trata son muy útiles:

  • Modelos Unbundling que consisten en separa los principales tipos de negocio (orientados al consumidor, innovación de productos y orientados a la infraestructura).
  • Long Tail que son aquellos que se basan en ampliar la oferta a muchos productos de baja demanda en vez de vender best-sellers.
  • Multiplataforma que se basan en atraer diferentes tipos de consumidores independientes para que la demanda de unos atraiga el gasto de otros.
  • El tan de moda Fremium que se apoya en ofrecer un servicio gratuito con una opción de pago que amplía las caracterísiticas de la oferta.
  • Los modelos de negocio Abierto que se basan en la colaboración de terceros para crear valor.

Con este set de patrones se aprende mucho más de la herramienta y pueden servir de inspiración para crear nuestros propios modelos de negocio.

Diseño aplicado a los modelos de negocio

A pesar de toda la información con la que contamos crear nuevos modelos de negocio no es algo fácil, por lo que el libro nos quiere ayudar proponiendo una serie de técnicas de diseño aplicadas a estos menesteres:

  • Inisights de los consumidores en forma de mapas de empatía por ejemplo.
  • Ideation que es la generación de ideas a través de métodos como el brainstorming.
  • Pensamiento Visual que es una metodología muy de moda basada en post-its o dibujos para dar forma a ideas.
  • Prototipado que es seguramente el método más conocido por los emprendedores técnicos y que tiene una buena aplicación a la creación de modelos de negocio.
  • El Storytelling tiene una potencia impresionante y puede servirnos para contar las necesidades de un consumidor.
  • Los Escenarios que se pueden diferenciar por los diferentes segmentos de clientes o por distintas posibilidades de futuro.

Estas técnicas de diseño que tienen miles de aplicaciones son ideales para la creación de modelo de negocio y el libro muestra cómo utilizarlas. De todas formas es recomendable ampliar la información de la técnica o técnicas que más nos llame la atención o que ya hayamos aplicado en otro asunto.

Estrategia alrededor del modelo de negocio

Los autores dan un paso más y nos explican todos los elementos estratégicos que debemos considerar al crear nuevos modelos de negocio. Algunos son aspectos que son considerados en un plan de empresa, aunque además tienen una clara incidencia en el propio modelo de negocio:

  • Entorno: tendencias claves, fuerzas del mercado, fuerzas de la industria y fuerzas macro-económicas son los 4 puntos a tener en cuenta.
  • Evaluación: un análisis DAFO nos puede servir para evaluar no solo el modelo de negocio sino cada uno de los bloques que lo forma.
  • Estrategia de Océano Azul: cómo funciona esta estrategia asociada a la utilización del Business Model Canvas.
  • Gestión de múltiples modelos de negocio: asociaciones, conflictos y demás relaciones que se pueden dar entre distintos modelos de negocio dentro de una misma empresa.

De la idea a la implementación

Para redondear el conjunto, el último capítulo del libro sirve como guía para todo el proceso que conlleva la creación e implementación de un nuevo modelo de negocio en la empresa según 5 pasos:

  1. Movilizar: fase en la que se deja preparado el entorno para diseñar el modelo de negocio, también hace referencia a la mobilización de las personas clave que estarán involucradas en el proceso.
  2. Entender: conocer a fondo todos los elementos que utilizaremos para la creación del modelo de negocio.
  3. Diseñar: generar y testear diferentes modelos de negocio y escoger el más válido.
  4. Implementar: puesta en marcha del prototipo que hayamos escogido.
  5. Gestionar: observar la evolución para adaptar en lo necesario el modelo según factores tanto internos como externos.

Con estos 5 pasos podremos poner en práctica un nuevo modelo de negocio.

Como habréis podido ver el libro no solo define un nuevo paradigma para la creación de modelos de negocio con el Business Model Canvas sino que nos ayuda a realizar el proceso de la mejor manera posible. Ya es tarea nuestra profundizar por nuestra cuenta en los puntos más interesantes.

Es un libro completo, muy recomendable y que no resulta pesado de leer como otros libros de temáticas similares.

En todos mis años intentando entender cómo funciona una empresa no me había encontrado con una metodología tan clara y tan potente a la vez, que sirve para dejar todo bien definido antes de pasar a la acción. Esta metodología ya se está utilizando para acompañar a metodologías de puesta en marcha de empresas como Lean Startup, Running Lean o Customer Development, y se enseña en un número creciente de escuelas de negocio.

Lo puedes encontrar en español en Amazon.es.

Publicado en Emprenderalia. Post original aquí.

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La oportunidades no son objetivos

Por Nacho Muñoz

Un grupo de pensadores de la segunda mitad del siglo XX, con Guy Debord a la cabeza, emplearon la deriva como recurso para conocer y experimentar la ciudad: en vez de ir a un lugar concreto de la misma, utilizando mapas o hitos ya previstos y conocidos por todos, la deriva consistía en acudir a aquellos lugares de la ciudad movidos exclusivamente por las emociones que van generando esos espacios, a raiz de las conversaciones que se van teniendo, o de los pensamientos y experiencias que se van asociando durante el recorrido.

La deriva podía finalmente concluir en la realización de un mapa, pero no el mapa que relacionamos a la típica guía turística, sino uno más íntimo de la ciudad basado en las propias emociones y experiencias vividas. Lo importante de la deriva no es el lugar concreto al que ir en la ciudad (el objetivo), sino lo que le ocurre a la persona cuando se encuentra en ella recorriéndola (la búsqueda). Y los lugares encontrados durante la búsqueda de experiencias se convierten en los objetivos que se deseaban encontrar.

Las oportunidades, personales y profesionales, no parece que estén en un lugar, como si se tratara de una sección de unos grandes almacenes, al que hay que ir y hacia donde dirigir nuestros pasos. La oportunidad tampoco es un camino conocido que hay que recorrer: no se trata de ir desde un lugar hacia otro previamente fijado, allí justo donde se encuentra esa posible oportunidad adaptada a nuestras necesidades. No, las oportunidades no pueden ser tratadas como objetivos. Quizá sean consecuencias, pero no finalidades en sí mismas.

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Buscar una oportunidad para innovar, para emprender o para transitar de un estado (personal o profesional) a otro radica en trabajar en un territorio de incertidumbre permanente, consiste en deambular en un contexto en el que no se tienen claro los objetivos concretos porque, precisamente, lo que se desea es que aparezca la oportunidad de poder formularlos y articular un proyecto en torno a ellos. Trabajar sin objetivos es, precisamente, a lo que no estamos acostumbrados: sin una meta clara, nos cuesta trabajo saber por dónde hay que empezar e, incluso, puede parecernos que se hacen las cosas sin sentido, provocando la lógica desesperación del que se encuentra perdido.

Cuando se buscan oportunidades no se tienen metas precisas, ni tampoco se define un protocolo de actuación concreto, porque es el hecho mismo de buscar nuestros propios objetivos lo que nos mueve y, también, lo que nos conmueve. Encontrar o no las oportunidades no depende en exclusiva de nuestra voluntad ni de nuestra actividad, por lo que se hace necesario saber disfrutar del proceso mismo de búsqueda y darse cuenta que es la propia búsqueda, y todo lo que a su alrededor suceda, lo único que podemos garantizar que ocurra. Esquivar la desazón que produce la ambigüedad de todo este proceso es condición necesaria para no caer derrotados. Resiliencia.

Publicado en con_gestión de personas.com. Post original aquí.

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El Modelo Canvas de Alexander Osterwalder

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Los modelos de negocio deben estar estructurados de manera que se explique la relación que existe entre las diferentes áreas que influirán en el nuevo negocio con la propuesta de valor que se pretende dar a conocer ante un grupo de posibles futuros inversionistas o socios, como es bien sabido, la relación que se establece entre áreas de la empresa debe embonar con la propuesta de valor que se pretende dar a conocer. Como respuesta a este requerimiento de los emprendedores, existe un modelo de planeación gráfica para estructurarlo de una manera visible pero sobretodo tangible, se llama Modelo Canvas. 

El Modelo Canvas, fue creado por Alexander Osterwalder en virtud de establecer una relación lógica entre cada uno de los componentes de la organización y todos los factores que influyen para que tenga o no éxito. Mediante un «lienzo» gráfico se detalla desde la idea de negocios, hasta los diferentes factores que influirán en ella al momento de ponerla en marcha, algunos de ellos que pueden servir como ejemplos para estructurarla eficazmente son: la relación de la marca o producto con su mercado meta, los ingresos y egresos que influyen en su funcionamiento y los factores directos o indirectos que podrían mermar su funcionamiento. 

La esencia de la existencia de este modelo es probar que es una idea eficaz y mediante el establecimiento de todas las características que influyen en ellas se pretende probar que si no hay material sustentado para rellenar el diagrama, la idea pierde factibilidad.

Agradecemos tus comentarios.

Publicado en IESDE Puebla. Post original aquí.

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El Cuadro de Mando de Producción

Por Francisco Páez

Siguiendo con la serie de artículos sobre los Cuadros de Mando Operativos, otro de los problemas habituales en puestos de mando intermedios en las empresas lo encontramos en el Área de Producción. Dependiendo de la actividad de la organización (siempre en un entorno de fabricación) podemos distinguir diferentes necesidades y carencias.

Cuadro_de_mando_de_produccion2Si la empresa dispone de un ERP y de un M.E.S. (Manufacturing Execution System) ya tenemos un gran avance, pero por desgracia suele ser la excepción más que la norma. El ERP gestiona la información relacionada con los pedidos, las órdenes de compra, proveedores y clientes.

El M.E.S. es una herramienta que aporta gran facilidad para la realización de tareas de recogida, tratamiento, exportación y consulta de toda la información relacionada con un proceso productivo.

Lo más habitual, sobre todo en PYMEs y micro-PYMEs es encontrarse un conjunto de bases de datos, hojas de cálculo y listados, que se llevan de forma manual y de los que es bastante difícil extraer información de análisis para la toma de decisiones.

En estos casos, la implantación de un Cuadro de Mando de Producción tiene un efecto inmediato en la forma de gestionar la información y en la toma de decisiones. Para ello, podemos emplear una herramienta de Business Intelligence que nos permita construir un modelo de datos a partir de las distintas fuentes de información disponibles (Bases de Datos, hojas de cálculo y listados) y diseñar una interfaz de usuario acorde con las necesidades de los responsables del área.

Cuadro de Mando de Producción

Desde este nuevo sistema se pueden obtener tablas que combinan la información procedentes de las distintas fuentes, gráficos, indicadores e informes. El tipo de información disponible varía mucho en función de la industria en la que estemos operando, pero entre otras podemos encontrar:

  • Ratios de tiempos previstos y reales por pedido, máquina, producto, cliente, familia, operarios, etc.
  • Consumos reales sobre previstos.
  • Carga prevista y real de máquinas.
  • Previsiones de compra.
  • Ratios de desperdicio.
  • Comparativas de rendimiento de máquinas y operarios por producto, familia, cliente y demás dimensiones disponibles.

El sistema permite la consulta dinámica de la información y la extracción de parte de ella para su uso en otras aplicaciones ofimáticas y de gestión documental.

MESTambién es posible automatizar la generación periódica de informes que pueden enviarse por mail a los distintos interesados, o pueden ser compartidos a través del sistema de archivo de la organización.

Si el responsable máximo necesita solamente conocer ciertas situaciones extremas, pueden generarse alertas automáticas que se procesan al darse situaciones concretas y que se envían por mail al interesado. Por ejemplo, cuando la carga de máquinas baja de un umbral determinado o cuando el número de incidencias aumenta por encima del valor prefijado.

Publicado en CMI Gestión. Post original aquí.

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Del plan de negocios al plan de negocios lean/ágil

Por J.M. Merlo

Ahora que me encuentro desarrollando el Plan de Negocios para mi startup he sentido la necesidad de compartir con vosotros algunas reflexiones sobre lo que para mí debe ser este documento, al que llamo “Lean/ágil” y qué lo diferencia del modelo tradicional.

El Plan de Negocio es un mal necesario. Al menos gran parte de él, ya que la mayoría de los inversores sólo se leen el sumario ejecutivo. Está demostrado que el peso que tiene el Plan de Negocios con respecto a otros factores a la hora de ganar la voluntad de los inversores es menor de lo que en un principio se presupone. Mario López de Ávila, aparte de dar su testimonio como inversor y confirmar este hecho, recoge en uno de sus posts (En serio ¿Para qué sirve el plan de negocios?) varios ejemplos de estudios que así lo acreditan. Y pese a todo, sigue siendo un documento que los emprendedores debemos hacer, principalmente por dos motivos:

Porque nos obliga a pensar sobre nuestra idea y a  explicitar y refinar nuestro modelo de negocio y porque a los inversores les sirve para: asegurarse de que hemos trabajado en la idea, confirmarles que los componentes del equipo reúnen ciertas características y actitudes y que hay una verdadera voluntad de sacar adelante el proyecto (mayor cuantos más recursos y esfuerzo se haya invertido).

PLAN DE NEGOCIOS CLÁSICO

Como veremos a continuación, la explicación de porqué los inversores no le otorgan la importancia, que en principio deberían, la encontramos en su propia base. Los Planes de Negocios tradicionales eran un documento (o quizás debiera decir son) que respondía a la forma predictiva en que se gestionaban los proyectos, basados en la secuencia impuesta por la disciplina de Gestión de Proyectos:planificación, ejecución y seguimiento. Una metodología lineal que partía de los presupuestos de:

– Considerar el entorno como estable y predecible.

– Y poner el acento en perseguir el cumplimiento de lo planificado en términos de calidad, coste y tiempo.

Esto implicaba partir de la errónea idea de que el entorno era estable y predecible (o quizás por aquel entonces lo era. Aunque me cuesta creerlo) para justificar un posterior ejercicio de clarividencia, aceptando suposiciones como hechos consumados. Sobre los cuales se realizaban una serie de previsiones que nunca terminaban cumpliéndose, mientras se ejecutaba un plan con el acento puesto en el cumplimiento del mismo con la calidad especificada, al menor coste y tiempo posibles, para terminar dando a luz, eficientemente, un producto o servicio que el mercado podía no querer. Aunque esto sólo se descubría una vez el producto o servicio era lanzado y habiendo invertido grandes sumas de dinero.

Normalmente el documento que recoge este tipo de planes de negocios suele ser voluminoso, pues la validación de las hipótesis se hace teóricamente, lo que le otorga un gran protagonismo a los datos y las cifras. Este documento tiene naturaleza estática, lo que significa que una vez terminado se cierra y no se modifica y es usado como elemento de control durante la ejecución del mismo.

PLAN DE NEGOCIOS LEAN/ÁGIL

El Plan de Negocios, tal y como yo lo entiendo y por lo que le doy tal nombre, es un documento afín a las ideas de la gestión ágil de proyectos y al pensamiento “lean” que busca eliminar el despilfarro y potenciar todo aquello que crea valor para el cliente.

Las bases sobre las que se asienta, se ajustan más a la realidad y a lo que los inversores demandan:

– El entorno se considera complejo, global, cambiante (cada vez más rápido) y con gran incertidumbre, sobre todo cuando de startups innovadoras se trata.

– No se persigue tanto el cumplimiento de lo planificado como aportar valor en forma de atributos valiosos para el cliente.

– Se busca la adaptación y la flexibilidad frente a la predicción y la rigidez.

Si tal y como hemos visto al principio, el Plan de Negocios no tiene tanta importancia, dediquemos nuestro tiempo a cuestiones que sí la tienen como la construcción de nuestro modelo de negocio y la validación de las hipótesis que lo sustentan y convirtamos este documento en un documento de trabajo, vivo y en constante evolución, en consonancia con la naturaleza en beta continua de los actuales productos y servicios.

En vez de recoger predicciones y previsiones basadas en suposiciones o hipótesis no contrastadas, tendría que recoger aquellas hipótesis ya contrastadas con el mercado, que suponen la base del modelo de negocio (especialmente las fundamentales) y una programación de los experimentos previstos para la validación del resto de hipótesis de menor relevancia. Como resultado, el documento gana en credibilidad, robustez y flexibilidad, ya que la información que contiene ha sido contrastada empíricamente y es actualizada continuamente con las nuevas revisiones. Se trataría de adaptar este documento a un proceso iterativo, que actualizaría la información y el producto/servicio a los nuevos descubrimientos o mejor dicho, validaciones.

Para poder elaborar un Plan de Negocios de este modo sería necesario:

– Adoptar una herramienta de gestión de proyectos ágil como puede ser Scrum o cualquier otra. Yo uso Kanban por ser más simple y menos restrictiva.

– Utilizar técnicas visuales para el prototipado del modelo de negocio, que agilicen y faciliten el proceso y la comprensión de una realidad compleja. Yo recomiendo el Lienzo de negocio de Alexander Osterwalder e Yves Pigneur, que es expuesto, junto a otras técnicas, en su libro: Generación de modelos de negocio .

– Junto con una metodología Lean que nos ayude a configurar un sistema que nos permita validar las hipótesis de nuestro modelo de negocio y adquirir un conocimiento valioso de un modo rápido, con la menor inversión posible en dinero y esfuerzo. Para esto, yo me estoy basando en la metodología que recoge en su libro Eric Ries (Lean Startup: Cómo crear empresas de éxito utilizando la innovación continua). Se trata de aplicar y adaptar la filosofía y herramientas del Lean Manufacturing y de la Gestión de Clientes a la creación de startups.

El resultado debería ser un documento “Lean”, es decir, no muy voluminoso gracias al predominio de lo visual y a recoger sólo datos y cifras fundamentales.

No voy a entrar en cuáles deben ser las áreas temáticas que recoja, pero sí dejar claro que debería seguir la estructura que nos servirá para explicar nuestra idea a los inversores: Qué problema hemos detectado, qué solución proponemos y cómo vamos a hacer negocio (nuestro modelo de negocio).

Este es la visión que yo tengo de lo que debiera ser un plan de negocio y en base a ella estoy desarrollando mi proyecto. Sé que es posible que haya pasado algo por alto o que esté cometiendo algún error, así que cualquier aportación que puedas hacer será bien recibida.

Si además crees que puede ayudar a alguien te invito a que compartas este post.

Gracias por tu tiempo y nos volvemos a ver por aquí. Un saludo.

Artículo publicado en Be-Klan, haciendo comunidad . Aquí puede verse el post original.

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El Cuadro de Mando Integral (III): el Mapa Estratégico

Por Francisco Páez

Continuando con la serie de artículos sobre El Cuadro de Mando Integral, voy a abordar uno de los elementos clave a la hora de comprobar la eficacia de nuestro modelo.

El mapa estratégico es una manera de proporcionar una visión macro de la estrategia de una organización, y proporcionan un lenguaje para describir la estrategia, antes de elegir las métricas adecuadas para evaluar su desempeño.

Cuando Kaplan y Norton analizaban las organizaciones que habían implementado con éxito el Cuadro de Mando Integral identificaron dos factores comunes: foco y alineamiento.  En el proceso de desarrollo del CMI las organizaciones tenían que repensar sus prioridades estratégicas y describir sus estrategias. Esto les llevo a plantear un principio más profundo al ya conocido “Lo que no se puede medir, no se puede controlar”:

No se puede medir lo que no se puede describir“. 

De esta forma, los mapas estratégicos, que inicialmente había formado parte del proceso de construcción del CMI pasaron a considerarse un tema principal.

Mapa Estratégico

El Mapa Estratégico nos permite reflejar las relaciones causa-efecto entre los distintos objetivos estratégicos, de forma que podamos identificar claramente su complementariedad, neutralidad y los conflictos que pudieran generar. De esta manera se facilita el entendimiento de todo el sistema y especialmente de la estrategia.

Si seguimos el flujo de las relaciones en el Mapa Estratégico y lo ponemos por escrito, tendremos la descripción completa de la estrategia.

Si nuestro Cuadro de Mando Integral contempla diferentes prioridades estratégicas, tendremos objetivos en cada una de las perspectivas para cada una de las prioridades. En este caso, el Mapa Estratégico es todavía más importante porque nos permite identificar los posibles conflictos entre objetivos de las diferentes prioridades.

Mapa Estratégico Prioridades

La idea básica es comenzar mirando una perspectiva más alta para identificar lo que se necesita, e ir recorriendo la lista hacia abajo para entender qué debe hacerse para lograrlo. El mapa estratégico codifica esta información. Las flechas de efecto van de las perspectivas más bajas a las más altas, pero las flechas de inferencia estratégica (que no se dibuja explícitamente en el mapa estratégico) parten de perspectivas más altas hacia otras más bajas.

En este contexto, alinear los objetivos de estas cuatro perspectivas es la clave de la creación de valor y de una estrategia focalizada e internamente consistente. En síntesis, el mapa estratégico proporciona el marco visual para integrar todos los objetivos de la empresa e identifica las capacidades específicas relacionadas con los activos intangibles de la organización (capital humano, de información y organizacional) para obtener un desempeño excepcional.

Una vez creados, los mapas estratégicos son excelentes herramientas de comunicación, ya que permiten que todos los empleados comprendan la estrategia y la traduzcan en acciones específicas para contribuir al éxito de la empresa.

Para aprender más sobre el Cuadro de Mando Integral, te recomiendo los libros de Robert Kaplan y David Norton, los profesores de Harvard que desarrollaron este modelo y han seguido evolucionándolo.
Publicado en CMI Gestión. Post original aquí.

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El Cuadro de Mando Integral (II): una visión global

Por Francisco Páez

A la hora de desarrollar el Plan Estratégico de una organización el Cuadro de Mando Integral es la herramienta adecuada para consolidarlo y que la Estrategia sea el trabajo diario de cada uno de sus miembros.

En el primer post de esta serie “El Cuadro de Mando Integral (I): qué es y para qué sirve” hacíamos una introducción al modelo. En este, vamos a centrarnos en dar una visión global del mismo, describiendo los objetivos que se persiguen con su implantación, los beneficios que puede obtener la organización, las características principales del Cuadro de Mando Integral y el contenido del mismo.

Cuadro de Mando Integral

Para terminar nuestra visión global, analizaremos la Propuesta de Valor, uno de los puntos clave a la hora de desarrollar la Estrategia de la Organización y de definir la Ventaja Competitiva con la que nos vamos a enfrentar al mercado.

Principales objetivos del Cuadro de Mando Integral

  • Traducir la estrategia a términos operativos
  • Alinear la organización con la estrategia
  • Hacer que la estrategia sea el trabajo diario de todo el mundo
  • Hacer de la estrategia un proceso continuo
  • Movilizar el cambio mediante el liderazgo de los directivos

Beneficios del Cuadro de Mando Integral

  • Relacionar la estrategia con su ejecución definiendo objetivos en el corto, medio y largo plazo.
  • Tener una herramienta de control que permita la toma de decisiones de manera ágil.
  • Comunicar la estrategia a todos los niveles de la organización consiguiendo así alinear a las personas con la estrategia.
  • Tener una clara visión de las relaciones causa-efecto de la estrategia.

Características del Cuadro de Mando Integral

  • Orientado a largo plazo.
  • Visión de futuro.
  • Analiza el entorno.
  • Tiene en cuenta todos los indicadores.
  • Participan todos los departamentos.
  • Es flexible y creativo.

Contenido del Cuadro de Mando Integral

  • Misión: ¿Quiénes somos? ¿Por qué existimos?
  • Visión: ¿Hacia donde vamos? ¿Qué queremos ser?
  • Prioridades estratégicas: Valores clave. Factores de éxito.
  • Objetivos estratégicos: ¿Qué resultados queremos alcanzar?
  • Mapa estratégico: ¿Cómo se relacionan los distintos objetivos?
  • Indicadores: ¿Cómo se medirá la consecución de los objetivos?
  • Iniciativas: Planes de acción para alcanzar los objetivos.

Propuesta de valor

  • ¿Por qué nuestros clientes prefieren nuestros productos y servicios?
  • ¿Cuáles son los segmentos de mercado donde vamos a actuar?
  • ¿Qué valor aportamos a nuestros clientes?

El Cuadro de Mando Integral, como herramienta de aplicación del Plan Estratégico, debe reflejar claramente nuestra Ventaja Competitiva, lo que nos hace diferentes del resto. Si vamos a competir por precio, nuestra vida será muy complicada, porque siempre vendrá alguien más barato. Si, por el contrario, vamos a ofrecer una alternativa de suministro diferente a los clientes del mercado objetivo, este es el momento adecuado de definir por qué somos especiales.

Publicado en CMI Gestión. Post original aquí.

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