Análisis DAFO: Autoconocimiento Personal

dafopor José Manuel Rodríguez Grille

Análisis DAFO

Como os comentaba en el artículo anterior una vez completada la fase de recopilación de la información, ya sabemos lo que estamos haciendo mal y lo que estamos haciendo bien y hemos reconocido nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades, es una etapa de autoconocimiento.

Ahora es momento de sentarse a reflexionar sobre toda esa información, yo lo considero un proceso de aproximación a uno mismo. Vamos a coger todos esos datos y los vamos a pasar a una hoja de papel, dibuja sobre el papel un cuadrado lo suficientemente grande para contener toda la información que hemos recopilado, este cuadrado grande lo tienes que dividir en cuatro cuadrados más pequeños y en ellos vamos a introducir la información de la siguiente manera:

1.En el cuadrado superior izquierdo las “debilidades” y en el inferior izquierdo las «fortalezas» esto nos va a permitir hacer un análisis interno. Dentro de este análisis están las cosas sobre las que tu puedes actuar de forma directa y hacer los cambios que consideres oportunos.

2.En el cuadrado superior derecho vamos a escribir lo que consideramos que es una “amenaza” y en el cuadrado inferior derecho lo que consideramos que son “oportunidades” esto nos va a permitir hacer un análisis externo. Dentro de este análisis están los agentes sobre los que no puedes actuar de forma directa, pero si puedes prepararte para tratar de convertir las  “amenazas” en “oportunidades”.

Autoconocimiento Personal

Una vez realizada la matriz analízala con detenimiento puede que te des cuenta de que tienes más “debilidades” que “fortalezas” o viceversa y nadie mejor que tu mismo para cambiar de orientación ten en cuenta que te estás analizando a ti mismo como una empresa también lo haría de si misma para cambiar de orientación cuando la cosa no funciona.

Luego detente en las “amenazas” que consideras tu una amenaza puede que sean las altas tasas de desempleo ¡horror!, menos mal que la vida nos da una de cal y otra de arena para eso están las “oportunidades”, estate alerta porque se presentan con frecuencia pero como a veces estamos tan preocupados de otras cosas no las percibimos.

Espero que esta información te sea de utilidad, considéralo un ejercicio práctico que te ayudará a conocerte, saber donde te encuentras y con suerte hacia donde dirigirte, no es la solución definitiva pero si una herramienta muy útil.

“Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos ser”.

William Shakespeare

Publicado en Emprender. Post original aquí.

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¿Cómo evaluar a priori un buen plan?

Hay bastante escrito sobre la efectividad de los planes una vez que cumplieron su derrotero, incluyendo también aquí todo tipo de mediciones de desempeño, que permiten establecer la salud de la empresa, de alguna de sus áreas o proyectos.
También hay mucha literatura sobre cómo escribir un plan, qué debería incluir, cuáles son sus secciones ineludibles y los pasos para confeccionarlo. Y los planes son cada vez más precisos: plan estratégico, táctico, operativo, comercial, productivo, administrativo, financiero, de personal, de ventas, de comunicación, de incentivos, de I+D, etc.
En cambio escasean los contenidos sobre cómo poder evaluar un plan una vez terminado y antes de comenzar su ejecución. Pareciera ser que confiar en el llenado de casillas es suficiente o “que los pingos se ven en la cancha”.

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Una metodología simple que permite considerar si lo que se está pensando, escribiendo o se ha concluido es adecuado, nos dice que hay que evaluar los planes por:
  • Aprovechamiento de la situación. Significa cómo usufructúa las oportunidades del contexto, así como los recursos y capacidades de la empresa. Un mejor plan será aquel que esté en mejor sintonía con las tendencias de los escenarios, ya sea en lo económico, político-legal, tecnológico, social-cultural, competitivo o ambiental. También será dominante un plan que tenga más en cuenta de lo que dispone la organización, incluyendo recursos de todo tipo y habilidades para hacer. Aquí cabe hacer un diagnóstico importante para conocernos mejor, y desde allí ser capaces de armar y evaluar planes.
  • Potencial de resultados. Significa cuánto puede lograr ese plan. Esto será una función de los objetivos que se hayan definido, analizando en qué medida podrán lograrlos, superarlos o no. También tiene que ver con el acercamiento a la visión determinada por la empresa. Por lo tanto, el potencial depende de cuáles sean propósitos importantes para la empresa en cuestión y con eso conocido y compartido ponerse a examinar la aplicación del plan para ir hacia esos lugares.
  • Lógica y coherencia interna. Significa cómo se vinculan sistemática y sistémicamente objetivos, acciones, responsables, tiempos y presupuestos. Se observa si las relaciones causa-efecto están bien establecidas y no quedan cabos sueltos, es decir desprovistos de origen o de consecuencia, también si las acciones permiten lograr más o menos metas o no hay sobrecarga de responsabilidades. La mejor forma de hacer esta valoración es mediante “mapas estratégicos” que permiten gráficamente apreciar las relaciones lógicas. La coherencia vendrá determinada por la conexión no contradictoria, ya sea entre objetivos que no se compensan, acciones que son factibles de organizarse en el tiempo, presupuestos suficientes y responsabilidades distribuidas.
Escribimos sobre este tema a raíz de una consulta surgida en una clase de nuestra Diplomatura en Business Administration (DBA) No estaba «planeado» hablar del tema, pero como todo conocimiento sus raíces están en los problemas irresueltos.
Esperamos haber abierto un espacio para discutir sobre la evaluación de la gestión.
Lic. Mariano Morresi
Publicado en Management Estratégico. Post original aquí.

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Visión estratégica de una empresa

1b022937cdf6173682fa7da43824d5ff_XLPor: Janneth Mónica Thompson Baldiviezo

Inicialmente, en el proceso de creación de la estrategia, los administradores de la compañía necesitan plantear un aspecto importantísimo ¿Cuál es nuestra visión para la compañía? por lo que se definen las siguientes preguntas:¿Hacia dónde se debe dirigir? ¿Qué clase de empresa estamos tratando de desarrollar? y ¿Cuál debe ser su futura configuración de negocios? El deseo de llegar a una conclusión bien razonada de la dirección a largo plazo de la compañía, impulsa a los administradores a estudiar pormenorizadamente el negocio actual y a desarrollar una idea más clara de si es necesario un cambio y cómo hacerlo dentro de los 5 a 10 años.
Los puntos de vista y conclusiones de la administración respecto a la dirección que debería tomar la empresa a largo plazo, el enfoque que se intenta tener en lo concerniente a la tecnología, el producto y el cliente, y su esfera de acción futura constituyen una visión estratégica para la organización. Una visión estratégica, por lo tanto, refleja las aspiraciones de la administración respecto a la empresa y sus negocios al proporcionar una vista panorámica de “Hacia dónde vamos” y al suministrar elementos específicos relacionados con sus planes de negocios futuros.
Para desarrollar una visión estratégica se desglosa objetivos de negociación a largo plazo y da forma a la identidad de la compañía. Una visión estratégica señala una dirección particular y traza una senda para que la compañía recorra.

CONCLUSIÓN DEL ARTÍCULO

Por lo tanto, la Visión Estratégica de una empresa debe tener las siguientes características:

Cuadro Nº 1
Visión Estratégica de la Empresa
vision estrategica
Al cumplir con las características, se podrán coordinar esfuerzos, motivar a los equipos de trabajo, por lo que se involucrará y generará compromiso del personal hacia la consecución de los objetivos.
Según Joseph O`Connor para elaborar una Vision Estratégica se deben plantear las siguientes Preguntas:
  • ¿Hacia dónde vamos?
  • ¿Cómo llegaremos ahí?
  • ¿Qué necesitamos para tener éxito?
  • ¿Cuales son los valores que nos guian?
  • ¿Como mediremos los objetivos trazados?
  • ¿Cuánto tiempo nos llevará?

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El desafío del estratega

por José Manuel Rodríguez Grille

Leyendo las notas introductorias de un libro que saldrá a la luz a mediados de este año (The Strategist´s Toolkit de Jared Harris y Michael Lenox, seguramente tendré oportunidad de reseñarlo como se merece dentro de unos meses), me he encontrado con un sugestivo esquema gráfico que les presento a continuación:

eldesafiodelestratega1

Me ha encantado porque combina los dos extremos de factores internos y externos que típicamente analizamos en los FODA: capacidades propias con oportunidades de mercado, pero incluyen un tercer aspecto que tiende a dejarse de lado y que considero la esencia de cualquier organización o persona: sus valores.

En resumen, tu propuesta de valor para el mercado es el encuentro entre tus capacidades(fortalezas, ventajas competitivas), las oportunidades que te ofrece el mercado (demanda, competencia o carencia de ella) y lo más importante, tus valores (misión, alcance y a qué le das importancia en la vida).

Bello y simple.

Publicado en Xtratexia. Post original aquí.

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