Por Francisco Páez
La Dirección Estratégica es el modelo de dirección que hay que adoptar para sobrevivir y competir con éxito en un entorno cambiante, con nuevas implicaciones para la empresa. Este modelo de dirección necesita definir y planificar la estrategia en diferentes niveles, para atender las distintas necesidades de la organización.
Esta definición de necesidades da lugar a tres niveles estratégicos que, no solo se complementan, sino que cada uno de ellos no tiene razón de ser sin los demás:
- Estrategia Corporativa
- Estrategia de Negocio
- Estrategia Funcional
El principal objetivo de la estrategia es la creación de una ventaja competitiva sostenible en el tiempo, que facilite el éxito de la empresa
Estrategia Corporativa
Está orientada a proporcionar una visión del conjunto de la organización, aportando decisiones sobre el reparto de capacidades y recursos entre las diferentes unidades de negocio.
Ocupa el primer nivel en la escala de decisiones de la organización y está reservada a la Alta Dirección.
Estrategia de Negocio
Se centra en la estrategia de cada unidad de negocio, acorde con la estrategia corporativa, para competir en un determinado sector o mercado.
Recibe los recursos y capacidades asignados por la estrategia corporativa y marca las pautas a seguir.
Los responsables de las unidades de negocio son los encargados de definirla, siguiendo los patrones de la Alta Dirección.
Estrategia Funcional
Se ocupa del empleo detallado de los recursos a nivel operativo en cada una de las áreas funcionales:
- Administración y Finanzas
- Comercial y Marketing
- RRHH
- Producción y Operaciones
- …
Cada área funcional tiene un responsable, encargado de la estrategia operativa en función de las directrices marcadas a nivel de la unidad de negocio.
Para conseguir alcanzar y mantener la ventaja competitiva hay que alinear los objetivos y procesos de cada área funcional con las metas de la organización completa
Para ello, la administración y las diferentes áreas tienen que trabajar en conjunto. Con el objeto de conseguir esta alineación, hay que enfocarse al menos en tres aspectos específicos:
1. Responsabilidad.Todas las áreas tienen que saber cómo van a contribuir a la estrategia de la empresa en su conjunto
2. Recursos. La empresa debe pensar en los recursos materiales, humanos y financieros disponibles y cómo puede utilizarlos
3. Colaboración entre áreas. Se trata de la comunicación abierta para que todos sepan lo que tienen que hacer para las demás áreas. De esta manera, es más probable que todos realicen su parte de manera oportuna
Es muy habitual en las empresas que las diferentes áreas o departamentos estén siempre en pie de guerra, haciéndose la vida imposible unos a otros y tratando de conseguir los favores de la Alta Dirección. Esta es, probablemente, una de las razones de la falta de éxito en la aplicación de su estrategia.
Artículo publicado en CMIGestión. Aquí puede verse el post original.